Película de esta semana: "Querido John"

Título V.O.: Dear John
Año de producción: 2010
Distribuidora: Columbia Tristar Home Video
Género: Drama
Clasificación: Todos los públicos
Estreno: 26 de marzo de 2010
Director: Lasse Hallström
Guión: Jamie Linden
Música: Deborah Lurie
Fotografía: Terry Stacey
Intérpretes: Richard Jenkins (Sr. Tyree), Henry Thomas (Tim Wheddon), Amanda Seyfried (Savannah Curtis), Channing Tatum (John Tyree), Scott Porter (Randy), D.J. Cotrona (Noodles), Cullen Moss, Gavin McCulley (Starks), Jose Lucena Jr. (Berry), Rooster (Dan Rooney)


Sinopsis

El soldado John Tyree viaja a Carolina del Sur durante un permiso para visitar a su padre. Allí inicia una relación con Savannah, una guapa universitaria que está de vacaciones, pero tras dos semanas los jóvenes tienen que separarse para atender a sus obligaciones. Savannah se preocupa cada vez más por la seguridad de John, mientras él se debate entre su deber y el deseo de volver a casa. La correspondencia por carta será su único vínculo, hasta que un suceso inesperado ponga a prueba su amor.

Nicholas Sparks es uno de los autores más adaptados en la gran pantalla. Sus historias de amores imposibles han sobrepasado las páginas de los libros para convertirse en dramas tan románticos como "El diario de Noa" o "Noches de tormenta". "Querido John" se suma a esta lista. Dirigida por Lasse Hallström, realizador de "Chocolat" y "Siempre a tu lado (Hachiko)", la película sigue la complicada relación entre una joven universitaria y un soldado de las fuerzas especiales destinado en el extranjero, además de la complicidad especial que existe entre el chico y su padre.

Al tratarse de una historia de personajes, el peso sentimental recae en la pareja protagonista. Channing Tatum, un actor en alza como demuestran sus intervenciones en "Enemigos públicos" o "G.I. Joe", se debate entre la defensa de su país y el gran amor que siente por Amanda Seyfried, recordada por sus habilidades artísticas en el musical "Mamma Mia! La película". Les acompaña un actor veterano, el aclamado Richard Jenkins, nominado al Oscar por su papel en "The visitor". Las cartas que se envían John y Savannah se convierten en un elemento primordial del filme, haciendo las veces de narrador emotivo.


Crítica

John y Svannah sufren una barbaridad por no poder amarse de cuerpo presente. Ambos padecen las miserias propias de los desgarrados personajes colecciona-tragedias prototípocos en las infumables novelillas romanticonas de Nicholas Sparks. Lasse Hallstrom hace lustros que perdió el control del aparato; quizá desde los ya muy lejanos tiempos de la muy reivindicable "Las normas de la casa de la sidra"; pero aunque estemos ya curados de espanto cuando él anda de por medio, esta vez es justo eximirle de la responsabilidad del aparatoso vacío sentimental que nutre sus imágenes.

"Querido John" es Sparks hasta la médula ósea, para lo malo y lo peor. Romanticismo de postal, afectado y narcisista; amorío de salón, cuelgue juvenil absolutamente hueco y superficial para deleite de ellas, pero sólo esas ellas que comulgan con la tradición más rancia y estéril de la novela rosa de pasiones arrojadas al abismo por las bravas, sin orden ni concierto. Todo es de pega en esta película-pastel, artificio sensiblero al pormayor en la línea de otros tostones fílmicos derivados de la pluma del escritor en cuestión tales como "Mensaje en una botella", "Noches de tormenta" o, en menor medida, la más presentable "El diario de Noa".

Romanticismo de cartón-piedra, grimosamente hueco y fotogénico, apto para el lagrimeo desmesurado de los amantes de las emociones predecibles y pre masticadas, la película sufre además la apatía gestual de su insípida pareja protagonista: el cachas negado para el drama Channing Tatum y la espléndida cantarina Amanda Syfried, que como puso en evidencia en "Mamma Mia" tiene más registros de voz que recursos interpretativos. "Querido John" no supera el corte de las pasiones televisivo-novelescas más chillonas y afectadas, y eso a pesar de gozar de la guía de un piloto experto en estas lides, Hallstrom, que suele saber hacer llorar con malas artes pero sin tomarnos por bobos.

Fuente: 20 minutos