El capitán de la selección alemana de fútbol, Michael Ballack, no jugará el Mundial de Sudáfrica tras confirmarse la rotura de los ligamentos internos del tobillo derecho, según ha anunciado la Federación Alemana de Fútbol. El jugador cayó lesionado durante la final de la Copa Inglesa que su equipo, el Chelsea, ganó al Portsmouth. Tras ser examinado por el médico de la Federación Alemana de fútbol (DFB), Hans-Wilhelm Müller-Wolfahrt, en su clínica de Munich, el estandarte de la selección alemana ha confirmado el peor de sus pronósticos.
Ballack sufrió el pasado sábado una fuerte entrada por parte de Kevin-Prince Boateng cuando se disputaba la final de la Copa Inglesa que ganó el Chelsea por 1-0. Boateng es irónicamente un jugador nacido en Alemania pero que, a diferencia de su hermano Jerome que forma parte de la selección alemana, ha optado por defender los colores de Ghana, rival de Alemania en la fase de grupos del Mundial.
Tras el partido, Ballack habló incluso que la falta parecía haber sido malintencionada lo que, viniendo de un jugador que será rival de Alemania en el Mundial, abona el morbo. Ballack es la segunda baja sensible que ha registrado Alemania en las últimas semanas después de que el meta René Adler -que debía ser titular en Sudáfrica- tuviese que renunciar al Mundial por una fractura de costilla.
El seleccionador alemán, Joachim Löw, calificó la baja de Ballack como una "dura pérdida". Pieza clave en los planes de Löw no sólo por su importancia como jugador sino ante todo por su experiencia condición de líder en un grupo donde hay muchos jugadores jóvenes. Michael Ballack jugó los dos pasados campeonatos del mundo y fue segundo en 2002 y, como capitán, tercero en 2006 en Alemania. Además, fue el capitán de la selección alemana que ocupó el segundo lugar en la Eurocopa 2008.
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