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jueves, 6 de enero de 2011
LA ISLA DEL TERROR CUBA, 52 AÑOS ATACANDO A VENEZUELA
---Por: Gral.(r) Ángel Vivas
Si el General en Jefe Simón Bolívar en una ocasión dijo, refiriéndose a los Estados Unidos de América, que eran una “Nación… muy grande, muy hostil y capaz de todo” fue porque no conoció a la Cuba contemporánea, si el Libertador viviese hoy en día entre nosotros, estoy seguro que calificaría al gobierno de Fidel Castro y ahora su hermano y sucesor en la “línea del trono cubano”, Raúl, como “El más hostil y capaz de todo en contra de Venezuela” en toda su historia republicana; y sin duda alguna hubiese hecho armas desde hace tiempo en contra del estado terrorista cubano para neutralizar su amenaza.
Gracias a los errores y las deficiencias del ensayo de estado democrático que teníamos, en el que no se le enseño a los ciudadanos la historia como debía ser, ni quiénes eran los verdaderos enemigos de la patria y de la nación venezolana tanto externos como internos, el común de los venezolanos, lo que los comunistas llaman “la masa popular”, hábilmente manipulados en su ignorancia y su necesidad, hoy contemplan un tanto aturdidos, como desde el extranjero y de la mano de un grupo de traidores que controla el poder, se van introduciendo desde el alto gobierno figuras y personajes extranjeros, tales como Karl Heinrich Marx, Ernesto “Che” Guevara, Tiro Fijo, Fidel Castro y otros asesinos de la misma calaña que nada tienen que ver con nuestra historia y con nuestros logros dentro de ella como nación y que por el contrario, han sido y serán siempre enemigos del estado democrático venezolano, enemigos de la Patria, y por lo tanto enemigos de todos los venezolanos. De todos estos personajes, esta gente ha ido imponiendo progresivamente, la figura del Dictador cubano Fidel Castro, como “Padre” para todo aquel que se considere “patriota”, “Padre nuestro Fidel” lo llama frecuentemente el individuo que en este momento ocupa la presidencia de la república, Hugo Rafael Chávez Frías, quien desde que asumió el poder en 1999, se arrastra ante el decrepito anciano y su sangrienta dictadura terrorista, entregándole pedazo por pedazo a nuestra patria, a cambio de su protección para perpetuarse en el poder.
Gracias a que en los años del ensayo de democracia que tuvimos, no se le enseñó a los ciudadanos el verdadero significado que tiene la Cuba de Fidel Castro para Venezuela y el mundo, los venezolanos de hoy en día, en especial la “masa popular” no conocen en lo absoluto el tamaño y cantidad de los ataques que Cuba ha lanzado sistemática y continuamente en contra de Venezuela desde 1959. La mayoría de los ciudadanos no conoce la magnitud que ha tenido y tiene la subversión y el terrorismo cubano implantado como forma de gobernar un estado por el sanguinario Fidel Castro y su banda de asesinos, quién impunemente ante el mundo y la justicia internacional ha extendido y promovido por toda la superficie terrestre la guerra irregular comunista y el terrorismo urbano, enviando grupos armados, alquilando guardias pretorianas o mercenarias para la protección de verdaderos gorilas que han asumido el poder al frente de sus naciones, promoviendo la narco guerrilla así como la dotación de armas y municiones a todos estas organizaciones criminales y a toda clase de elementos radicales cuyo objetivo es el derrocamiento de gobiernos democráticos y respetuosos del derecho internacional, como los que había tenido Venezuela, con todos sus defectos y perversiones, antes de la llegada de Hugo Chávez al poder. Nunca un país tan pequeño y carente de recursos ha tenido la agresividad e influencia de cuba en las últimas décadas, proporcionalmente hablando; ni la Gestapo de Hitler, ni la CIA norteamericana, ni la KGB del régimen comunista soviético, ni el Scotland Yard de su majestad, ni el MOSSAD israelí, ni los organismos de inteligencia de las dictaduras comunistas existentes actualmente como la de China, la de Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia, Kim Jong Il en Corea del norte, o religiosas y/o fundamentalista como la de Muamar Khadafi en Libia o la de Irán, etc., han tenido un alcance tan enorme y sistemático ni han acumulado la capacidad criminal, la experiencia terrorista, la ramificación táctico operacional, los recursos, la infraestructura y las alianzas con todas las organizaciones criminales y terroristas del mundo, como lo ha tenido y ha dispuesto el régimen terrorista cubano para explotar las debilidades de las naciones de lo que hoy se llama el tercer mundo, manipular la miseria de los pueblos a su conveniencia, y desatar el odio y la violencia entre hermanos en todos los continentes, actuando con toda impunidad ante la estupidez mundial.
Los cuerpos de inteligencia y las “organizaciones” secretas cubanas dominan las acciones encubiertas para, la falsificación de documentos, el entrenamiento de agentes extremistas; la implantación de redes de espionaje en muchos países del mundo, la penetración paulatina de GOBIERNOS o EJÉRCITOS (Caso Venezuela) con el objetivo de desmantelarlos para consolidar su dominio, controlar recursos y/o adquirir (Robar) secretos, el rápido procesamiento de la información, la planificación y ejecución de ataques terroristas fulminantes en cualquier parte del mundo; la captación, ideologización y entrenamiento de combatientes para la ejecución de operaciones de guerrillas; la planificación, organización y desarrollo de campañas de desinformación, la ejecución de golpes de estado; el desarrollo de tentáculos y tejido de redes para y hacia el narcotráfico, la transferencia tecnológica, el lavado de dinero y el comercio ilegal. Cuba ha logrado montar operaciones de espionaje y/o subversión en casi todos los países de América latina y África, los Estados Unidos, Canadá, Europa y Escandinavia no se han escapado de los espías cubanos, Cuba ha estado involucrada militarmente en todos los movimientos políticos africanos de liberación y en todas las revoluciones latinoamericanas que han surgido desde 1960 a las que no solamente ha apoyado con combatientes (Guerrilleros y/o terroristas) sino que les ha suministrado dinero, material y equipo. A partir de que Fidel Castro y su revolución asumen el poder en 1959, por las tierras cubanas han transitado miles de personas de diversos continentes y de las filiaciones ideológicas más criminales, entre ellos miles de latinoamericanos dentro de los que se encuentran venezolanos, han recibido y reciben aún ideologización política (Lavado de cerebro) y entrenamiento en subversión y terrorismo. En diversos documentos que son ahora del dominio público se tiene calculado en más de 12 los campos internacionales de entrenamiento terrorista en Cuba desde 1966.
Los cubanos llevaron al poder al movimiento angolano MPLA, sirvieron de apoyo y se desempeñaron como instructores en los campamentos terroristas de Khadafi y han prestado sus servicios como guardaespaldas conformando los anillos de seguridad de tiranos y dictadores como es el caso del sangriento ex dictador de Guinea ecuatorial, Francisco Macías Nguema, y sin ir muy lejos, el que tenemos aquí en Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías. Según el escritor Juan F. Benemelis:
“Los actos de sabotaje en Beirut y en Kuwait; el terrorismo en aeropuertos europeos y en aviones en pleno vuelo; el asesinato por motivos políticos del italiano Aldo Moro, del presidente libanés Bashir Gemayel, del mandatario egipcio Anwar el-Sadat, y de los primeros ministros de la India; el fallido atentado al Papa Juan Pablo II, todos se inscriben dentro de la agenda de violencia desencadenada desde la habana por la revolución cubana de Fidel Castro ….”
Además, el gobierno cubano actual es el único en todo el continente americano que ha puesto en práctica de la manera más cruenta, fría e impune durante los últimos 50 años, el genocidio programado de su propio pueblo al haber exterminado progresivamente casi toda su oposición política mediante ejecuciones individuales sumarias (Paredón de Fusilamiento) donde se ha asesinado mucha gente, y encarcelado a otros toda una vida, por “delitos” tan aberrantes desde el punto de vista jurídico y de los derechos humanos universales como el de pensar diferente a “El Comandante” u opinar en su contra.
Cuando Fidel Castro asume el poder en Cuba en 1959, inmediatamente fija su mirada en Venezuela, país habitado por gente buena y sencilla, la mayoría ignorante, repleto de recursos naturales de todo tipo y “Petróleo”, sobre todo eso “Petróleo”. Inmediatamente comprendió que el control de Venezuela seria vital para la permanencia en el tiempo y proyección internacional de su modelo marxista, ahí estaba el dinero que tanto le iban a hacer falta y de inmediato convirtió a Venezuela en su objetivo militar más importante. El escritor Juan F. Benemelis en su obra “Las Guerras Secretas de Fidel Castro”, Capitulo 3, parrafos “El Nuevo Simón Bolívar”, “La Lucha Clandestina”,y, “La Derrota” nos dice lo siguiente:
“El Nuevo Simón Bolívar: Venezuela resultaba ser el país de inestabilidad social por excelencia; su historia se hallaba marcada por más de medio centenar de revoluciones y golpes de estado. Este amplio tajo geográfico sudamericano, paraíso del sol y de flores, flotaba en un mar de petróleo, con vastos depósitos de hierro. El oro negro era procesado en su mayor parte en las paradisiacas isletas de Curazao y Aruba, donde se localizaba la mayor refinería del mundo occidental. Cuando Fidel Castro asume el poder en Cuba, los sindicatos venezolanos recién sucumbían al control de los marxistas, que al igual que en Panamá, se habían subordinado siempre a las orientaciones del viejo partido comunista de Cuba. La mano de Blas Roca, el jerarca marxista cubano, había resuelto el viejo faccionalismo comunista venezolano, eligiendo una troika compuesta por Juan Bautista Fuenmayor, Gustavo Machado y Pedro Ortega. La Victoria de Castro estremeció la tierra de Bolívar. La juventud social demócrata y comunista, aburrida de las consignas y discursos vacios de sus políticos, bien pronto abrazo el castrismo. Entre los más descollantes en sus inicios figuraban el ex oficial Douglas Bravo, Eloy Torres y Petkoff; este último se había destacado en el conflicto contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. La visita de Castro a Caracas en 1959, que provocó un cisma político en ese país, se produjo en el momento de máximo auge carismático del entonces hombre fuerte venezolano, de franca tendencia izquierdista, Wolfang Larrazábal. Los grupos democráticos inclinados a un quehacer reformista, encabezados por Rómulo Betancourt, un político astuto de conciencia reflexiva, se vieron arrinconados ante la nueva ola de revolución total a lo Castro. Pero el pueblo venezolano opto por las urnas, y el triunfo electoral de Betancourt, con un programa enfilado a la clase media, fue un revés para Castro que sabía que Betancourt no sería un aliado contundente en su campaña anti norteamericana. Así y todo, Castro no cede, y continúa esforzándose en cimentar un eje político con Venezuela en contra de Estados unidos que Betancourt rechaza, junto a un pedido de $ 300 millones para la compra de petróleo; el caraqueño se sacude del cubano argumentándole que sus colaboradores estaban conversando con banqueros en Nueva York para contratar un empréstito a corto plazo de $ 200 millones, porque el tesoro público estaba exhausto y desfalcado. Después de la frustrada turné de Castro a Caracas, Betancourt denegó las visas a una misión oficial, que remitía el mandatario cubano, encabezada por el Che Guevara y Raúl Castro. Dos desaires consecutivos no hacen desistir a Castro en sus propósitos y en mayo de 1960, propone nuevamente la alianza; así fleta al entonces presidente de Cuba, Osvaldo Dorticós con el mandato de intercambiar azúcar por petróleo y cristalizar una política ligada que aislase a los Estados Unidos del sistema interamericano. Oscuras nubes se ciernen sobre el húmedo trópico venezolano. Con el revés de la comisión Dorticós, culmina la luna de miel gestada en la habana la cual se precipita a financiar, con todas sus fuerzas, los grupos pro castristas opositores a Betancourt, que merodeaban en la tierra del Orinoco. Castro contaba a la sazón con dos baluartes en Venezuela, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) que estaba totalmente bajo las ordenes de Castro y la mafia de activistas juveniles, reunidos en el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR)…
…La Lucha Clandestina: Los cubanos iniciaron un amplio esquema de captación en las universidades y en el ejército venezolano. El aparato cubano invadió con propaganda las instituciones oficiales y universitarias, desatando una campaña paralela que fue abrazada por la juventud, donde se exhibía a la llamada izquierda tradicional del continente (Figueres, Bosch, Muñoz Marín, Arévalo, Víctor Raúl Haya de la Torre, Cárdenas, etcétera) como un obstáculo que frenaba el inevitable proceso de cambios. El reciente ejemplo en Perú, donde el joven Luis Puente Uceda, con gran explosión de “gloria” había cortado sus lazos con el partido de Haya de la Torre y se había internado en las selvas bajo el grito de guerra lanzado desde la Habana, tuvo resonancia en Venezuela; tanto, que la izquierda optó por retirarse del gobierno suscitando una crisis en el gabinete de Betancourt. La consolidación del eje habana-Moscú preocupó sobremanera a Betancourt, que se sabía enemigo público número uno de Castro. Luego de una recepción de Raúl Castro en la URSS, se decide la convocatoria de un congreso de juventudes latinoamericanas en la Habana, para unificar fuerzas radicales continentales y dar al traste con el gobierno caraqueño. Comenzaron las tensiones Caracas-La Habana y la expulsión de agentes cubanos detención de conspiradores, incautación de alijos de armas. A mediados de 1960, se trasladó a la Habana un extraño grupo, para ser instruido en acciones clandestinas de comando, integrado, entre otros, por Simón Mérida, dirigente del MIR, la actriz Astrid Fisher y el libanés Miguel Tanus. En julio, es desenmascarado el proyecto cubano que trataba de crear dificultades a la iglesia venezolana, para precipitarla al ruedo político. Los detenidos por el asalto a la catedral de Caracas, confesaron que el gobierno de Castro era el instigador de los hechos. El 26 de Julio de 1960, el diplomático cubano, Guillermo León Antich, encabezo una manifestación en Caracas. La Catedral fue apedreada y las estupefactas autoridades caraqueñas pudieron comprobar quién había sido el autor de estos disturbios. El 24 de agosto, descubren a León Antich, con las manos en la masa, cuando entregaba $ 400.000,00 que mandaba Fidel Castro a elementos de la oposición para fomentar una revuelta contra Betancourt. Ello no fue óbice para que castro decidiera continuar con sus rocambolescos escándalos contra Betancourt. En noviembre, la policía venezolana, en una ronda de rutina, detiene nada menos que a dos miembros de la inteligencia cubana, Francisco Chacón y Natalio Pernas, en plena faena subversiva dentro del país. En diciembre, cunde la alarma en la administración Betancourt, cuando la vigilante atención de la seguridad venezolana da con un cuantioso cargamento de armas, originario de Cuba, introducido por varios puntos de las llanuras costeras venezolanas y por un aeródromo abandonado. La consolidación de los vínculos de Cuba con los focos comunistas y radicales venezolanos se fortalecían a través de su poderosa embajada en Caracas, nutrida de agentes especiales que manipulaban capillas estudiantiles, sostenían periódicos y servían de enlace con el Partido Comunista, el MIR y con las flamantes guerrillas. El 11 de enero de 1961, en plena Sierra Maestra, Castro consumó una reunión confidencial con un conglomerado de dirigentes latinoamericanos, para analizar la forma de precipitar una cruzada bélica en todo el continente, partiendo de un foco venezolano. El juicio de Castro consistía en alistar una brigada internacional, al estilo de la que se instituyó en la guerra civil española. El conjunto era una mezcolanza de guatemaltecos, guadalupeños, sindicalistas paraguayos y demás, despuntando entre ellos los comunistas colombianos Tancredo Errante y Luis Sánchez, el costarricense Carlos Luis Falla, que había conducido la guerra en 1948 contra el ex presidente Figueres, y un nutrido grupo de venezolanos entre ellos Simón Mérida y Manuel Marcano. Un voluminoso contingente de latinoamericanos formó el famoso Batallón-331 de Bahía de Cochinos y en la batida contra los grupos armados anti-castristas en la Sierra del Escambray. Castro decide desatar su flamante plan Camilo Cienfuegos en Venezuela. En Abril de 1961, el país se estremece ante los pronunciamientos en las unidades militares en Caracas, Maracaibo y Cumaná, los cuales son aplastados sangrientamente. El papel de la embajada cubana en Caracas, en estos disturbios salió rápidamente a la luz. Para colmo, en junio de ese año, las fuerzas de seguridad venezolana incautan un voluminoso cargamento de ametralladoras de manufactura checoslovaca, enviado tranquilamente desde Cuba, por vía aérea, al estado Zulia.En noviembre, el gobierno de Betancourt, mostrando a la prensa internacional innumerables pruebas de la injerencia directa de Castro en la desestabilización del país, rompe relaciones diplomáticas con Cuba, con el propósito además de terminar con la labor de espionaje cubana. Ya en 1962, el PCV (Partido Comunista de Venezuela), prácticamente bajo la tutela de la Habana, había propuesto la idea de la insurrección armada. En momentos que se debatía en un asfixiante duelo económico con Estados Unidos, y entraba en una relación peligrosa con la URSS, Castro necesita una Venezuela marxista a ultranza, que le propicie la ayuda petrolera requerida y la posibilidad de negar estas cuencas de hidrocarburos a Washington. Para ello, había llegado a un pacto oculto de no-agresión con el dictador dominicano Trujillo, acuerdo que fue negociado en La Habana por el general trujillista Arturo Espaillat. Trujillo y Castro recién habían sido expulsados de la OEA, y la prensa oficial dominicana tronaba contra el“Imperialismo norteamericano” y comenzaba a coquetear con un ideario socialista a la cubana. Betancourt se hallaba al corriente de esta alianza, que prometía ser problemática para su gobierno. El socorro de Cuba a la insurrección en Venezuela se guiaba especialmente hacia el llamado Frente Chirinos que dirigían Fabricio Ojeda, Petkoff y el ex oficial Douglas Bravo. Existían otros focos guerrilleros, como el liderado por Juan Vicente Cabezas y el llamado Simón Bolívar, encabezado por Tirso Pinto y Germán Lairet. Castro recurre nuevamente al golpe militar, quizás ojeando que una lucha guerrillera en Venezuela no sólo tomaría largo tiempo, sino que era de dudoso resultado. Así fue como en mayo de 1962 se originaron los alzamientos castrenses en las bases de Carúpano, y luego en Puerto Cabello, dirigidos por elementos que respondían a Cuba, como Petkoff; pero nuevamente, ambas intentonas fueron aplastadas violentamente. Si bien La Habana había logrado desatar la insurrección en Venezuela y se sucedían alzamientos, ataques contra cuarteles, sabotajes, asaltos, etc., los insurrectos pro-castristas pensaban en una victoria guerrillera relámpago al estilo Cuba; pero el ejército venezolano no les daba tregua e impedía la extensión del foco en otras latitudes del territorio nacional. En octubre de ese año, cayó en manos de las autoridades de Betancourt la prueba que Castro en persona había ordenado volar cuatro centrales eléctricas en el lago de Maracaibo. A pesar de que la policía y las Fuerzas Armadas venezolanas estaban alertas, el 3 de noviembre, un comando venezolano preparado en cuba, logra dinamitar dos oleoductos y un gasoducto en pleno Puerto la Cruz. En enero de 1963, Betancourt le devuelve el golpe a Fidel con creces, al ser descubierto en Caracas el principal almacén de armas que Cuba disponía para los insurrectos venezolanos, así como una documentación comprometedora no sólo para la Habana, sino para las guerrillas y las redes urbanas clandestinas, lo que desató una recia batida de la tropa a los rebeldes castristas en la zona de Falcón. Ante los golpes de las Fuerzas Armadas de Betancourt, Castro determinó unificar los divergentes frentes guerrilleros venezolanos en un mando central y comprometer secretamente al bloque soviético en tal insurrección. A mediados de 1963 se conforma el Frente de Liberación Nacional con sostén de Cuba y logística recibida, en menor escala, de China y la URSS. Era la época en que Ojeda, sumo pontífice de las FALN, Juan Vicente Cabeza, del Partido Comunista de Venezuela, Petkoff y Gregorio Lunar Márquez se destacan como los máximos caciques insurrectos. El 25 de Mayo de 1963, con un intento de asalto al aeropuerto de La Carlota, se inició un vasto proceso terrorista para festejar la fecha del 26 de Julio en el que fueron volados puentes mientras grupos guerrilleros atacaban poblaciones y se producían disturbios. En agosto fueron dinamitados el gasoducto de Arrecifes y el oleoducto de Ulcamay; se encontraron armas, propaganda y un detallado plan cubano contra la vida de los presidentes de Venezuela y Colombia. En Falcón, fue sorprendido un agente cubano, José Alfonso, que dirigía un grupo terrorista. En Anzoátegui, las fábricas Dupont, los almacenes Sears y otras propiedades norteamericanas fueron los asaltados.
La Derrota: Pero la guerrilla comienza a confrontar una amarga realidad al no ver materializado el concurso del pueblo, por lo que a Castro no le queda más remedio que realizar constantes transfusiones de hombres y armas. El 4 de noviembre, el Ejército de Venezuela sorprende un desembarco oriundo de Cuba, en la península de Paraguaná, donde se decomisó un alijo bélico de 4 toneladas. Semanas después, en varios encontronazos con los guerrilleros, se encontraron armas de manufactura belga, con el escudo cubano. Para fines de ese mes, en un lacónico discurso el presidente Betancourt anunció que disponía de pruebas tan abrumadoras de la promoción de la violencia urbana y guerrillera por Castro, que sólo restaba a su país solicitar una reunión de emergencia de todos los países del continente americano para analizar las medidas a tomar, colectivamente, ante la constante violación de la soberanía venezolana por parte de la Habana. Las elecciones a finales de ese año, con el voto masivo popular y la victoria de Raúl Leoni, un protegido de Betancourt, demostraron el grado de aislamiento de la lucha armada y la incapacidad de Castro de sabotear el proceso democrático en Venezuela. La consolidación democrática caraqueña había irritado a Castro y había desconcertado a la guerrilla y al PCV venezolano cuyo dueño era Fidel Castro. Por lo tanto, era de esperar la desgarradura que se provocó entre la militancia ortodoxa, encabezada por Pompeyo Márquez, Jesús Farías y Domingo Alberto Rangel, y los jefes guerrilleros pro-castristas, que aspiraban en ese momento a dirigir la organización política. La tensión entre Caracas y La Habana amenazaba con llegar incluso a un choque bélico; Betancourt fortalecía su tropa, pero Castro era armado por el bloque soviético a niveles insospechables. Ante cada protesta venezolana, los cubanos respondían con una acción. El año 1964 se demostró políticamente desfavorable para Castro en todo el hemisferio y se aguardaba que Cuba, ante la presión de todo el continente, desistiera de sus intentos intervencionistas en Venezuela. En enero de ese año, una pequeña flotilla de ocho pesqueros zarpó del puerto de La Habana, con banderas cubana y soviética, y vació armas no solo en Guyana británica y las islas Mujeres (que fueron luego portadas por las guerrillas venezolanas) sino igualmente en las costas de ese país. En febrero de 1964 la OEA condenó al régimen de Castro en el caso de Venezuela documentando las masivas remesas de propaganda subversiva, preparativos de guerrilleros y terroristas, costeo de actividades subversivas introducción de pertrechos bélicos y la infiltración de espías cubanos en Venezuela. En mayo, el PCV comienza a romper su cordón umbilical con la insurrección, mostrando interés por iniciar un diálogo con el gobierno, respaldado por algunos partidos comunistas latinoamericanos que no hacían causa común con el fovismo castrista. La renuncia del ala ortodoxa comunista a la maquinación guerrillera, ratificada en el año 1965, suscitó una reacción virulenta de aquellos comunistas insurrectos, que como Douglas Bravo, estaban patrocinados desde La Habana. Esta ambivalencia del PCV venezolano repercutió en las posiciones que Castro y el Che Guevara asumieron poco después en Bolivia, no confiando en el Partido Comunista boliviano de Mario Monje para fomentar el foco guerrillero. Fidel Castro decidió arrogarse una mayor responsabilidad logística en la guerrilla venezolana y a tal efecto amarró los pormenores con Douglas Bravo y Fabricio Ojeda. El Primer fruto sería el desembarco combinado de cubanos y venezolanos en Julio de 1965, con participación de Petkoff que auxiliado por un asalto terrorista haría estallar valiosos oleoductos de la Gulf Oil, Mobil Oil, Texas Petroleum y la Socony Oil en la región oriental del país. El gobierno replicó ordenando el arresto de todos los miembros del Partido Comunista de Venezuela y del MIR. En agosto, la seguridad venezolana consiguió desarticular un amplio diseño conspirativo, que los cubanos conducían desde París, al detener a Silvia Agüero y Elsa Braun, sus contactos claves en Venezuela. En marzo de 1967 se produjo el asesinato del doctor julio Iribarren, hermano del canciller venezolano, por un comando que sostenía relaciones directas (Subordinación) con Fidel Castro en La Habana. Luego de cometido el crimen, el diario habanero Granma publicó las declaraciones del jefe guerrillero de las FALN Elías Manuit Camero, cuya organización se arrogaba la acción. El presidente Leoni expuso que la preparación del asesinato y de otros actos de violencia que le antecedieron se realizo con el consentimiento del gobierno de Cuba. El ministro del interior de Venezuela, y luego presidente, Carlos Andrés Pérez declaró que la responsabilidad de toda esta situación la tenía Castro, con sus métodos en Venezuela; y anunciaba que era hora de que Venezuela y todos los países latinoamericanos se decidieran a hacer algo frente a Cuba. Héctor Mujica capo del PCV venezolano condenó enérgicamente el crimen del doctor Iribarren y criticó la política cubana. El punto prominente de la controversia entre Castro y los comunistas venezolanos tradicionales tuvo lugar en los momentos de la gran euforia habanera, resultado de las operaciones guerrilleras que el Che Guevara estaba desencadenando en Bolivia.
El 8 de mayo de 1967, el buque cubano Sierra Maestra zarpó del puerto de Santiago de Cuba descargando un dispositivo guerrillero en las ensenadas de Venezuela, en un lugar entre Machurucuto y Jinarapo. La fuerza invasora cubana fue descubierta y aniquilada por unidades del ejército venezolano. En la pelea fueron hechos prisioneros los militares cubanos Antonio Briones Montoto, Manuel Gil y Pedro Cabrera, quien se suicido en la prisión. Montoto pereció ahogado a manos de sus interrogadores cuando era torturado. El gobierno venezolano acabó con lo que restaba de la infraestructura urbana de la guerrilla. La tensión entre los estalinistas y castristas venezolanos fue un reflejo de las disparidades tácticas entre Moscú y La Habana referente a la toma del poder político en Venezuela. Castro acusó de traición a los comunistas venezolanos al no querer asistir a la reunión de la OLAS en La Habana. El descalabro del foco guerrillero en África y en Bolivia y la invasión de Estados Unidos a la República Dominicana, determinó la suerte de los insurrectos venezolanos. Fidel Castro entonces comenzó a asumir una actitud internacional menos estridente y más condicionada por el Kremlin. Su aprobación a la invasión soviética en Checoslovaquia provocó el cisma definitivo con los guerrilleros latinoamericanos; y tanto el proyecto de Caamaño en República Dominicana como el de los rebeldes de Douglas Bravo en Venezuela fueron engavetados por Fidel Castro.
En Junio de 1967, prestó declaración ante una comisión especial de la OEA el Guerrillero castrista venezolano Manuel Marcano, quién daría pormenores de la subversión cubana en Venezuela. Marcano, entrenado por los servicios secretos cubanos, participó en numerosos actos de sabotaje y terrorismo contra su país. Según Marcano, Fidel Castro organizó dentro del ejército cubano, en los años 1960-1962, una unidad venezolana que participó en las operaciones en las lomas del Escambray contra los opositores de Castro. Los venezolanos, junto a otros latinoamericanos tomaron cursos en las escuelas de guerra cubanas. Marcano atestiguó lo siguiente:
1. Que Fidel Castro en persona les expresó que era decisivo golpear en la zona de Maracaibo donde se hallaban los más grandes oleoductos, para crear dificultades al gobierno; asimismo, que era imprescindible volar los transportes de abastecimientos para dar la sensación de una situación incontrolable en el país
2. Que Fidel Castro lo había designado para llevar a cabo una encomienda de combate en Venezuela, coordinada con el secretario general del MIR venezolano, Américo Martín.
3. Que por disposición de Fidel Castro él controló el corredor de Aruba, utilizado a fondo por la Habana que, funcionó a la perfección. Introduciendo armas y “Combatientes cubanos y venezolanos entrenados en Cuba”, declaró que por allí se evadió en un barco bananero el dirigente del MIR, Américo Martín, con rumbo al Point Charlie inglés en Berlín cumpliendo órdenes de Fidel Castro.
4. Que en octubre de 1966 había viajado a México donde recibió de manos del agente cubano Reginaldo Cepeda, claves de comunicación secreta creadas por los soviéticos; documentación falsa para entrar en Venezuela e infiltrarse en los medios oficiales, para conseguir cartas tácticas de las costas venezolanas, como lugares estratégicos, bases del ejército venezolano y puntos militarmente vulnerables para suministrárselas a Fidel Castro quien las usaría en la planificación de las próximas incursiones armadas a Venezuela. En su declaración a las autoridades venezolanas, Marcano manifestó que en México, por orden de Fidel Castro suministró dinero al periodista Menéndez, de la revista Sucesos, por varios reportajes favorables a la Habana y reveló como los cubanos costeaban la revista Política, así como un conjunto de publicaciones en Francia. El último viaje de contacto de Marcano, para consultar con sus patronos cubanos, resultó una odisea y tuvo que trasladarse con rapidez de Madrid a París y de allí precipitadamente hacia Berlín, debido al acoso que los servicios occidentales mantenían sobre los agentes cubanos. En Praga, finalmente pudo entrevistarse con sus superiores de la Dirección General de Inteligencia cubana que le entregaron $ 250.000,00 dinero este que Américo Martín, del MIR, había solicitado a Fidel Castro. Este dinero había sido adjudicado a otra organización armada, el FLN, perteneciente al PCV; Fidel Castro, además, se comprometió con regularizar al MIR una ayuda de $ 25.000,00 mensuales. Marcano aceptó transmitir una orden directa de Fidel Castro a los insurrectos en Venezuela de no recabar fondos en ningún país socialista europeo, puesto que Cuba resolvería cualquier necesidad financiera. Los servicios cubanos le exigieron que secuestrara al cabecilla de la contrarrevolución cubana exilada, Manuel Artime, que iba a menudo a Venezuela, y que lo trasladara a la guerrilla de El Bachiller para “ablandarlo” y luego transportarlo a la isla de Margarita, y de ahí a Cuba bajo la acción de sedantes. Fidel Castro le solicitó igualmente que su dispositivo de inteligencia penetrase a los militares venezolanos que participaban en la Junta Latinoamericana de Defensa.
Lo descrito por Juan F. Benemelis en su obra, constituye una referencia válida de la política hostil con Venezuela de Fidel Castro al frente del estado terrorista cubano, es una evidencia de que este dictador genocida nos declaró la guerra desde su llegada al poder en 1959, y una prueba de la existencia de VENEZOLANOS TRAIDORES A LA PATRIA que están al servicio del estado terrorista cubano, enemigo a muerte de Venezuela, que han actuado y siguen haciéndolo con toda impunidad, y que se multiplican ya que su TRAICION nunca ha sido castigada como se merece.
En 1961, la República de Venezuela por intermedio de su gobierno, presentó a la OEA gran cantidad de pruebas contra el estado terrorista cubano, no solamente del desembarco de toneladas de armas por varios puntos en Venezuela y usando diferentes canales, o el desembarco de militares cubanos armados con misiones de combate en contra de Venezuela encomendadas por el gobierno cubano, sino el entrenamiento para el terrorismo de Venezolanos que luego eran enviados junto con cubanos a realizar actividades terroristas dentro de su propio territorio y toda una larga lista de incursiones armadas en las que murieron cantidad de militares y campesinos venezolanos, en fin, las agresiones y hostilidades de todo tipo de Cuba en contra de Venezuela que habían sido acumuladas en un grueso expediente, la OEA desarrollo una investigación y el 31 de Enero de 1962 Cuba fue expulsada del sistema interamericano por agredir militarmente a Venezuela, entre otros cargos, y todos sus miembros, a excepción de México, rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba. El fragmento presentado anteriormente, tomado de la obra de Juan F. Benemelis, en el que el autor relata desde su perspectiva las agresiones de la Cuba de Fidel Castro contra Venezuela con la colaboración de traidores venezolanos en los años sesenta, fue escrito antes de que Hugo Rafael Chávez Frías y sus cómplices abrieran las puertas a la última invasión cubana y nos permite apreciar el grado de agresividad e impunidad con el que ha actuado Fidel Castro al frente de Cuba en contra de nuestra patria, así como la magnitud de la traición que están cometiendo quienes hoy detentan el poder en Venezuela.
Existe gran cantidad de documentos de carácter público donde se prueba no solamente la política, sino las acciones hostiles de La Habana en contra de Venezuela y las intenciones de Fidel Castro de tomar nuestro país, por la vía de las armas, para esclavizar a los venezolanos como tiene a los cubanos y usar sus recursos como fuente de financiamiento de sus planes de subversión y terrorismo internacional. Pero a pesar de haber sido expulsado de la OEA Fidel Castro continuó atacando a Venezuela, continuo entrenando traidores en Cuba como guerrilleros y mandándolos junto con armamento, municiones, material y equipo de combate en incursiones que continuaron penetrando por nuestras costas. El 8 de Mayo de 1967 el Ejército de Venezuela, detecto y neutralizo una importante incursión armada cubana por Machurucuto, la cual fue cuidadosamente planificada y supervisada personalmente por Fidel Castro, en la que participaron buques desde alta mar, con todo el apoyo logístico, dinero en efectivo tanto en dólares como en bolívares, comunicaciones, lanchas de desembarco tipo comando y personal de combatientes conformado por guerrilleros venezolanos (Traidores a la Patria) entrenados en Cuba y personal militar del Ejército Cubano. En el sitio web comunista: http://mllcloyolianos.blogspot.com; el viernes 18 de Mayo de 2007, fue publicado un artículo titulado “Machurucuto, Historia Genial de Una Invasión” ; en él, el traidor que lo escribe narra en la forma más descarada, como fueron los preparativos de la invasión cubana a Venezuela por las costas de Machurucuto el 8 de Mayo de 1967, dirigida y supervisada personalmente por Fidel Castro, y que fue neutralizada por el glorioso Ejército de Venezuela, al que yo pertenezco. A continuación expongo un fragmento del citado artículo:
“Nos embarcamos a las seis de la mañana del día 3 de mayo de 1967. Fidel estuvo con nosotros toda esa noche, acompañado por el comandante Guillermo García Ponce, que era el jefe del partido en Oriente, uno de los combatientes de la Sierra Maestra, y por su gente de seguridad, entre quienes se encontraban los hermanos de la Guardia, Tony y Patricio. Toda esa noche Fidel la dedicó a leernos y comentar sus partes de guerra de la Sierra Maestra, que llevaba consigo en un libro voluminoso y muy bien encuadernado. Leyéndonos esos documentos y dándonos orientaciones sobre cómo deberíamos proceder hasta dar con la guerrilla. Que se suponía iba a estar en un caserío llamado La América, en las cercanías del cerro de El Bachiller, en el Estado Miranda. El desembarco debía tener lugar en un sitio llamado El Cocal de los Muertos, tal como figura en el mapa: latitud 10 11' 14 N; longitud: 65 35' 22 W. Una zona de cocoteros sobre una franja de playa muy cercana a la carretera de Oriente, lo que nos permitiría llegar rápidamente hasta ella, cruzarla y adentrarnos al monte sin ser descubiertos. Toda esa madrugada nos la pasamos en eso: escuchando en silencio el incesante consejo de Fidel acerca de cómo debíamos proceder. Recuerdo que como a las seis de la mañana uno de los hombres de seguridad le dijo a Fidel, que seguía hablando y hablando y hablando y dándonos consejos: "Comandante, los muchachos tienen que embarcar". Entonces caminamos hacia el muelle -habíamos sido trasladados días antes desde Pinar del Río a Santiago de Cuba y alojados en la impresionante mansión que fuera de los Bacardí, propietarios del famoso ron cubano, un verdadero palacio con un muelle propio de suficiente envergadura y calado como para que se apostara en él un barco de guerra disfrazado de navío pesquero, artillado hasta los dientes-, nos embarcamos rápidamente, siempre acompañados de Fidel, que subió con nosotros. Entonces nos obsequió a quienes íbamos en la expedición, un reloj Rolex. El Rolex famoso ese, el submarino. "El mejor reloj para un guerrillero", nos comentó al dárnoslo, "pues no importa la circunstancia, en el monte, en el agua, en cualquier sitio funciona". Nos regaló un reloj para cada uno -a Moisés Moleiro, a Eduardo Ortiz Bucaram, a Américo Silva y a mí. Y nos dio un Rolex adicional para que se lo entregáramos a Américo. "êste se lo entregan a Américo". Puesto que, como he relatado antes, se suponía estaría comandando la lucha en el Frente Guerrillero de El Bachiller. Y como relaté antes también, el encuentro de Fidel con Américo a mediados de 1965, del cual también participé y que se prolongó por tres días completos, con sus respectivas noches, fue un encuentro extraordinariamente afectuoso. Fidel quedó realmente encantado con Américo. Cayó rendido ante su encanto. Lo atendió de una manera espléndida, especialísima. Tanto así que cuando nos vamos a embarcar le da a Moisés un reloj extra, con ese encargo específico: "éste se lo llevas a Américo".
Del barco debían bajar a dos millas de la costa y frente a El Cocal de los Muertos dos lanchas tipo comando. En la del desembarco propiamente tal veníamos los ocho combatientes que debíamos infiltrarnos y cuatro tripulantes a cargo de la misión, especializados en las faenas de desembarco. Como que habían participado anteriormente en el desembarco de Luben Petkoff, Arnaldo Ochoa Sánchez y un grupo de 14 otros cubanos para integrarse al frente guerrillero comandado en las sierras de Falcón por Douglas Bravo. Eran cuatro hombres rana entrenados para ese tipo de operaciones: Tony Briones Montoto, Manolo Gil Castellanos, Torres y un tal Pico, gente con una gran experiencia, que con los ocho guerrilleros constituían la tripulación de doce hombres. Y en la otra lancha, de apoyo, había otros doce hombres, también de una gran experiencia, fuertemente armados y dispuestos a respaldarnos por si se producía alguna emergencia en el momento del desembarco. Esa lancha tenía órdenes directas de Fidel de trenzarse de inmediato en combate en cualquier circunstancia y brindarnos todo su apoyo para hacer posibles el desembarco y la infiltración hasta dar con la guerrilla de El Bachiller. Las instrucciones de Fidel eran contundentes y muy precisas: en caso de alguna emergencia todo el mundo debía desembarcar e integrarse a la guerrilla. Cada uno de nosotros, incluido los tripulantes de ambas lanchas, traía diez mil dólares y diez mil bolívares en billetes, en efectivo. Éramos 24 hombres en total, de modo que traíamos doscientos cuarenta mil dólares y doscientos cuarenta mil bolívares. Al cambio de Bs. 4,30 por dólar, una media de dos mil quinientos dólares más por persona, esto es: sesenta mil dólares en dinero venezolano. Para la época, una verdadera fortuna. A instancias de Fidel, que solía visitarnos en medio de la noche en la casa en que pernoctábamos en Pinar del Río, durante nuestro entrenamiento, para revisar hasta el más mínimo detalle de nuestros preparativos, se había decidido dejar los FAL, el arma de combate del ejército venezolano, y llevar AK 47. "Por lo menos para el desembarco y las primeras escaramuzas", nos había dicho. "Es mucho más eficiente y liviano en esas tareas. Ya se harán con suficientes FAL conquistados al enemigo, al Ejército de Venezuela". El nombre de los cuatro cubanos es inolvidable, pues se trataba de combatientes de la más alta significación en el ejército cubano, lo que demuestra la extraordinaria importancia que le asignó Fidel al desembarco y más en particular a la guerra revolucionaria en Venezuela, que creyó se resolvería a favor nuestro en el corto plazo. Eran importantes no sólo por lo que fueron, sino por lo que llegarían a ser. Ellos eran: el comandante Raúl Menéndez Tomassevich, jefe máximo de la guerra de guerrillas contra los campesinos que se levantaron contra Fidel Castro en El Escambray, la llamada "guerra de bandidos", en donde tuvo poder de vida o muerte, ampliamente ejercido; posteriormente general de división, miembro del Estado Mayor, héroe de Cuba y jefe de misión en Africa, fallecido; el capitán Ulises Rosales del Toro, hoy también general de división, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular, miembro del Consejo de Estado, ministro del Azúcar, desde 1997 y actualmente hombre clave en la Nomenclatura junto a Raúl Castro. Héroe de Cuba. El cuadro lo completaban el capitán Silvio García Planas y el médico de la misión, Harley Borges Un grupo de elite. Si a ello se le agrega la presencia en Falcón, junto a catorce otros combatientes de elite del ejército revolucionario cubano, del entonces capitán Arnaldo Ochoa Sánchez, que llegara a convertirse en el general de más gloria y nombradía en la historia del ejército revolucionario cubano, héroe en Angola, en Sudáfrica y en Etiopía, combatiendo entonces en el Frente Guerrillero de Falcón junto a Douglas Bravo y Luben Petkoff, te puedes dar una idea de lo que Venezuela significaba para Fidel Castro. Debo agregar un hecho que demuestra la irónica crueldad de la historia: Ulises Rosales del Toro y Raúl Menéndez Tomassevich formaron parte del jurado militar que condenó a muerte al general Arnaldo Ochoa Sánchez y a Tony de la Guardia veinte años después de estos sucesos, en 1988”
El testimonio de este traidor a la patria expuesto anteriormente es una evidencia de que Fidel Castro estaba personalmente al frente de la guerra que había declarado a Venezuela, toda la sangre que fue derramada aquí está en sus manos; el supervisaba los entrenamiento, revisaba los envíos de armamento, munición y equipo que partían frecuentemente desde Cuba y poco le falto para venirse a combatir aquí… que lastima que no vino.
Como Fidel Castro continuo atacando a Venezuela, entrenando guerrilleros y mandándolos en incursiones que penetraban por diferentes puntos de nuestras costas acompañados por integrantes del ejército cubano, matando en emboscadas a militares y campesinos venezolanos, en 1967, el gobierno del Dr. Raúl Leoni acudió de nuevo a la OEA donde los ministros de relaciones exteriores de los países miembros confirmaron las acusaciones venezolanas sobre las constantes incursiones armadas procedentes de cuba (Invasión cubana) y nuevamente la OEA condenó a Cuba por injerencia y agresión en contra de Venezuela. El 31 de Agosto de 2001, el periódico venezolano “Tal Cual” publico un artículo con el testimonio de Demetrio Boersner, quien para 1967 era el asesor político y personal del canciller de Venezuela Dr. Ignacio Iribarren Borges cuyo contenido textual expongo a continuación:
“En muy tempranas horas de la mañana del viernes 12 de mayo de 1967, me llamó con urgencia el canciller venezolano, doctor Ignacio Iribarren Borges, y me pidió acudir a su despacho con la mayor prisa. Yo era, en esa época, su asesor político personal y además disfrutaba de la confianza del presidente Leoni. Me enteré de que, en la noche del miércoles 10 al jueves 11 de mayo, nuestro Ejército había capturado a dos miembros activos de las fuerzas armadas cubanas en el acto de desembarcar a guerrilleros venezolanos entrenados en Cuba, en la playa de Machurucuto, frente al extremo oriental de la Laguna de Tacarigua. Otro militar cubano había muerto durante la operación. Los cubanos capturados -primer teniente Manuel Gil Castellanos y miliciano Pedro Cabrera Torres- habían sido interrogados por el SIFA (hoy en día denominado DIM) y habían firmado confesiones que serían dadas a conocer a la prensa. Yo debía encargarme del manejo diplomático del asunto, y trabajar en coordinación con el ministro del Interior, Reinaldo Leandro Mora, el ministro de la Defensa, general Ramón Florencio Gómez, y el general Martín Márquez Añez. El día lunes 15 de mayo, acompañé al canciller a una reunión en la que participaron, además del presidente Raúl Leoni, los señores Leandro Mora, Iribarren Borges, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jóvito Villalba, Jaime Lusinchi, Manuel Mantilla, Pedro París Montesinos, Raúl Nass, David Morales Bello, general Ramón F. Gómez, general Márquez Añez y otros. Todos los participantes -incluidos los doctores Jóvito Villalba y Luis Beltrán Prieto- estuvieron acordes en denunciar a Cuba ante la comunidad internacional, por intervención o agresión militar contra Venezuela. En cambio hubo matices con respecto a la forma de proceder y el alcance de nuestra denuncia. Al final se acordó por consenso: solicitar una reunión de consulta de la OEA sobre la base de los artículos 39 y 40 de su Carta, absteniéndonos de invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Igualmente se decidió hacer llegar la denuncia, a título informativo, a las Naciones Unidas. A propósito de ese proceder moderado, me dijo el general Márquez Añez con preocupación, en conversación privada: "Los generales comprendemos que los medios de acción diplomáticos son limitados. Pero en alguna forma deben ustedes demostrar que se está defendiendo lo que el poeta llama el sagrado suelo de la patria. Así lo siente el pueblo. Y hay subalternos nuestros que no tolerarían que sus superiores, responsables de la defensa nacional, tuviesen una actitud pasiva. Dirán: '¿Para qué sirven entonces estos generales?'" La OEA envió a Venezuela una comisión investigadora que durante los días 24 y 25 de junio realizó inspecciones imprevistas, y recibió de mis manos un informe y planteamiento general que redacté a su solicitud. Ese documento sirvió de base para que una reunión de cancilleres de la OEA, posteriormente, condenara la injerencia cubana en Venezuela”
A continuación se presenta una relación cronológica, muy resumida, de los ataques del estado comunista cubano, enemigo mortal de nuestra Patria, desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959:
23 de enero de 1961
Se producen salvajes actos de violencia contra humildes policías durante las celebraciones a propósito del tercer aniversario de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. La celebraciones se tornaron en manifestaciones violentas incitadas por los izquierdistas instigados desde Cuba por Fidel Castro..
25 de junio de 1961
El Barcelonazo. Se alza un grupo de militares en Barcelona, Estado Anzoátegui, apoderándose del cuartel Pedro María Freites y de la sede de la gobernación. El Ejecutivo Nacional controla la situación en pocas horas.
29 de noviembre de 1961
Dos policías son asesinados por agentes comunistas al servicio de Fidel Castro durante el allanamiento de los locales del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
10 de diciembre de 1961
Agentes comunistas al servicio de Fidel Castro asaltan la prefectura de Urachiche, Estado Yaracuy. Asesinan cruelmente al comandante y a dos policías por sorpresa. La ola criminal baña de sangre a las ciudades venezolanas.
27 de diciembre de 1961
Los comunistas venezolanos fieles a Fidel Castro despiertan la cólera popular ante el espectáculo del asesinato salvaje de dos modestos agentes policiales, padres de familia, muertos por la espalda. A finales de 1961 son más de cien agentes policiales que son ultimados de la misma manera. Se trata de una salvaje y cobarde cacería humana llevada a cabo por fanáticos bestiales castro-comunistas contra sencillos hijos del pueblo.
2 de febrero de 1962
Una banda comunista apoyada desde Cuba asesina a un policía en Ciudad Ojeda, Estado Zulia.
28 de febrero de 1962
El Guairazo, cientos de personas protestaban en las calles de La Guaira, Estado Vargas, en apoyo a la huelga de transporte público, los manifestantes, con el apoyo del Partido Comunista de Venezuela (PCV), cuyo dueño era y es todavía Fidel Castro, se congregaron en las puertas del Batallón de Infantería de Marina No.1 Simón Bolívar para ser armados para un posterior levantamiento. Sin embargo y contrariamente a lo que los manifestantes pensaban, el comandante del batallón Capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales Monasterios llama a la Policía, quien arresta a unas 200 personas. Días después, servicios de inteligencia comprueban la participación de Morales Monasterio en un plan conspirativo, manufacturado en La Habana, junto con el Batallón Blindado No.8 de Caracas y el Destacamento de la Guardia Nacional No.99 de Maiquetía, además de elementos comunistas y de extrema izquierda.
1 de abril de 1962
Las bandas armadas castro-comunistas agreden en el campo militar y atacan a la Base Naval de Turiamo, Estado Aragua.
3 de abril de 1962
Se produce un asalto guerrillero de comunistas venezolanos y elementos cubanos infiltrados a la Alcaldía de Humocaro Bajo, Estado Lara.
15 de abril de 1962
Asalto a la jefatura civil de La Pastora. Los castro-comunistas asesinan al policía de guardia en la casilla de la esquina de Agua Salud.
20 de abril de 1962
Una banda armada castro-comunista ataca la Escuela Náutica en Catia La Mar, Estado Vargas.
4 de mayo de 1962
Tiene lugar el Carupanazo, un atentado directo contra la joven democracia venezolana. Efectivos del Batallón de Infantería de Marina No. 3 Mariscal Sucre y del Destacamento No. 77 de la Guardia Nacional, conjuntamente con bandas castro-comunistas se apoderan de la población de Carúpano, Estado Sucre. Los insurrectos están al mando del capitán de corbeta Jesús Teodoro Molina Villegas, el mayor Pedro Vegas Castejón y del teniente Héctor Fleming Mendoza. Los alzados ocupan las calles y edificios de la ciudad lanzando por radio un manifiesto. El Gobierno les exige la rendición y rodea a la ciudad por aire, mar y tierra, en lo que se llamó la Operación Tenaza; el 6 se retoma Carúpano deteniéndose a más de 400 personas involucradas, entre ellas el diputado del Partido Comunista Eloy Torres.
2 de junio de 1962
Tiene lugar el tercer atentado directo contra la Fuerza Armada Nacional. Bandas comunistas se apoderan de la Base Naval de Puerto Cabello. El terror cunde en la población. Los fanáticos Castro-comunistas secuestran personas, disparan desde diversos puntos estratégicos, emboscan a soldados venezolanos quienes son acribillados bestialmente en La Alcantarilla. Los insurrectos toman radio Puerto Cabello y desde cuyos estudios y con la ayuda de radio de onda corta, ponen al aire a Fidel Castro quien desde la Habana lanza un discurso instigando el derramamiento de sangre de hermano contra hermano en Venezuela aupando la acción de los rebeldes. La rebelión dejó más de 3.000 víctimas civiles y militares muertas, heridas y desaparecidas. Con El Porteñazo los comunistas fundan el Frente Armado de Liberación Nacional (FALN o FLN) que asesinaría cantidad de campesinos y soldados venezolanos en el futuro.
9 de octubre de 1962
Una banda castro-comunista ataca a un transporte militar en la Avenida San Martín en Caracas. Las agresiones aumentan. El año 1962 culmina con un saldo rojo rojito con civiles, policías y soldados asesinados cruelmente. El levantamiento cívico-militar comunista de Carúpano y el crimen de lesa humanidad ocurrido en Puerto Cabello estaban muy frescos. Todos los hechos son evidencias repugnantes de las intervenciones iniciales comunistas en Venezuela.
16 de enero de 1963
Elementos castro-comunistas asaltan el Museo de Bellas Artes y se sustraen obras pictóricas de la Exposición Francesa, recuperadas horas más tarde.
18 de enero de 1963
Una banda castro-comunista asesina indolentemente a un agente policial en Río Claro, Estado Lara.
13 de febrero de 1963
Miembros de las que se autodenominaron Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), capturan el buque de carga venezolano Anzoátegui y lo desvían hacia Brasil.
15 de abril de 1963
Banda castro-comunista asesina cobardemente a dos modestos policías.
22 de septiembre de 1963
En Calabozo, Estado Guárico, agentes castro-comunistas asesinan a dos policías y es herido gravemente un tercer agente.
25 de septiembre de 1963
La emboscada de La Vega sobre la vía de Pueblo Nuevo de La Sierra hacia Cabure, Estado Falcón. Fue la primera emboscada que se tenga conocimiento a una unidad del Ejercito Venezolano y donde hubo dos soldados heridos.
29 de septiembre de 1963
Venezuela y América se estremecen de asco e indignación ante el acto terrorista realizado por los guerrilleros castro-comunistas del FALN al servicio de Fidel Castro al tren turístico El Encanto, en el Estado Miranda. La vigilancia del tren de excursión estaba encomendada a miembros de la Guardia Nacional, soldados del pueblo, humildes y entregados a su noble función de asegurar un paseo grato a las personas que en las primeras horas habían abordado el vehículo. La placidez de los modestos soldados se mezclaba con las risas de los pequeños y sus padres. El tren llegó al túnel número 10. Apenas la penumbra comenzaba a proporcionar a los paseantes el siempre novedoso efecto de la sombra tras la luz, cuando múltiples ráfagas se combinaron con el ruido de la maquinaria. La confusión fue espantosa. Las madres trataban de proteger a sus hijos en la oscuridad, mientras los guardias, sorprendidos, caían, unos muertos, otros heridos. El sargento de la Guardia Nacional Jesús Palma Reyes, que comandaba el grupo, fue de los primeros en morir. Entre los asaltes guerrilleros se encontraba Teodoro Petkoff, actual director del vespertino Tal Cual. Petkoff posteriormente fue apresado por el hecho y estuvo preso en la Cuartel San Carlos de Caracas, desde donde escapó el 6 de junio de 1967 junto con Pompeyo Márquez y Guillermo Antonio García Ponce, siendo este último uno de los autores intelectuales del ataque al tren del Encanto. Trece huérfanos fueron parte del saldo del horrendo y cobarde atentado.
5 de octubre de 1963
La emboscada El Arco, Municipio Puerto Cumarebo, Estado Falcón. Realizada por el Frente Guerrillero castro-comunista José Leonardo Chirinos comandado por Polito Acosta. La emboscada deja un muerto y tres heridos.
8 de octubre de 1963
Bandas castyro-comunistas atacan a unidades de la policía entre las esquinas de Capuchinos y El Guarataro, en el centro de Caracas.
13 de octubre de 1963
Otra banda castro-comunista ataca de forma brutal a la prefectura de policía de Baruta, Estado Miranda.
12 de noviembre de 1963
Se produce un desembarco de armas cubanas enviado por Fidel Castro en Punta Macota en la Península de Paraguaná, Estado Falcón. Antes habían tenido lugar dos envíos de armas más que habían fracasado. Un cuarto envío se realiza en diciembre de 1963.
4 de febrero de 1964
La Policía Técnica Judicial (PTJ) detiene a dos atracadores castro-comunistas que intentaron robar el dinero de la póliza a viuda de guardia asesinado por guerrilleros. Ellos llegaron hasta la Residencia Chester, ubicada en la Avenida Orinoco, urbanización Bello Monte, Caracas, y tocaron a las puertas del apartamento. La viuda pidió auxilio a los vecinos y éstos agarraron a los atracadores quienes fueron puestos a la orden de la PTJ. Los atracadores fueron identificados como Mario Antonio García y Adina Mercedes Bastidas Ramírez, esta última portaba una pistola y el hombre un revólver.
16 de junio de 1964
Una pandilla castro-comunista asesina a un policía desde un automóvil en marcha, en Coro, Estado Falcón. Cinco personas resultan heridas. Una de gravedad que muere posteriormente.
23 de julio de 1964
Una banda castrista asesina a dos soldados y hiere al secretario de la prefectura de la región y a un fiscal de tránsito en la carretera Cabure-San Luis, Estado Falcón.
26 de julio de 1964
Guerrilleros castro-comunistas emboscan a un grupo del Ejército y asesinan a sangre fría a un teniente y a dos soldados, en el Estado Falcón.
30 de julio de 1964
Una banda armada castro-comunista ataca al Ejército en la zona de EL Bachiller, en los límites de los Estados Miranda y Anzoátegui.
1 de agosto de 1964
Agentes castro-comunistas armados asaltan la prefectura de Santa Lucía, Distrito Ospina, Estado Portuguesa. Roban las armas.
14 de agosto de 1964
Una columna urbana de la guerrilla castro-comunista, ejecutando planes elaborados por Fidel Castro en Cuba ataca con fuego de ametralladora y fusiles la base militar de Fuerte Tiuna, (área de Conejo Blanco) en El Valle, Caracas.
2 de septiembre de 1964
Un grupo armado castro-comunista ataca a la policía en el cerro María Lionza, Estado Yaracuy. Muere un policía.
4 de septiembre de 1964
Agentes castro-comunistas atacan a un grupo del Ejército en la Sierra de Coro, Estado Falcón. Asesinan a un soldado.
11 de septiembre de 1964
La guerrilla asesina frente a su residencia y cobardemente al Maestro Técnico de 2da. de la Armada, Laudelino Ramón Briceño González. El grupo comunista dispara una ráfaga de ametralladora y huyen en un automóvil.
20 de septiembre de 1964
Nuevamente son cruelmente asesinados dos policías por bandas castro-comunistas.
21 de septiembre de 1964
Un grupo castro-comunista, ejecutando un plan elaborado en Cuba por Fidel Castro vuela el Puente Pichao, entre Petare y Santa Lucía, Estado Miranda. Tres policías resultan gravemente heridos.
23 de septiembre de 1964
Una banda terrorista castro-comunista abre fuego nuevamente contra Fuerte Tiuna, el El Valle, Caracas, mientras otro grupo de la violencia marxista ataca a un pelotón de soldados en un sector montañoso de Falcón. En el ataque murieron varios soldados del Ejército de Venezuela.
30 de septiembre de 1964
Una banda armada castro-comunista asalta la prefectura de El Calvario, en la inmediaciones de Calabozo, Estado Guárico. Se roban las armas y huyen.
9 de octubre de 1964
Grupos castro-comunistas secuestran al teniente coronel Michael Smolen, miembro de la Misión Militar de los Estados Unidos. Los comunistas anuncian que será juzgado por un tribunal revolucionario. El mismo día, en las montañas de Lara, bandas guerrilleras asesinan a treinta campesinos por negarse éstos a secundar sus planes, y en Boconó, estado Trujillo, guerrilleros castro-comunistas atacan al Ejército asesinando a tres soldados.
21 de octubre de 1964
Un grupo guerrillero ataca al Ejército en la zona montañosa de Racamal, Estado Trujillo. Mueren dos soldados y los subversivos pierden nueve de los suyos.
24 de octubre de 1964
Más choques armados. Las bandas armadas castro-comunistas matan más soldados del ejército venezolano. Caen a su vez varios miembros de las bandas castro-comunistas.
6 de noviembre de 1964
Las bandas castro-comunistas asesinan a un agente policial que custodia el oleoducto, cerca de Barcelona, Estado Anzoátegui. Ese mismo día ocurre una emboscada en la vía Cabure-La Vega, Estado Falcón. Los subversivos matan a dos soldados del Ejército de Venezuela y tres resultan con heridas de consideración.
16 de noviembre de 1964
Bandas castro-comunistas conformadas por venezolanos y militares cubanos que operaban dentro del territorio venezolano al lado de Douglas Bravo atacan al Ejército de Venezuela entre las localidades de Iracara y Zazárida, Estado Falcón. Un oficial del Ejército y dos soldados resultan gravemente heridos. Los subversivos logran derribar un helicóptero en Pueblo Nuevo de la Sierra.
22 de noviembre de 1964
La guerrilla castro-comunista con venezolanos y militares cubanos ataca al Ejército. Hay dos encuentros en Iracara y Cabure, en las montañas de Santa Cruz de Bucaral. Mueren varios soldados del ejército de Venezuela y otros resultaron heridos.
6 de diciembre de 1964
Una columna castro-comunista cumpliendo planes elaborados en Cuba por Fidel Castro, lanza un cobarde asalto al puesto de purificación de agua del Batallón de Ingenieros de Combate “G/J. Francisco de Paula Avendaño,” unidad ubicada en el Fuerte Guaicaipuro, Estado Miranda. El ataque dejó un saldo de dos soldados muertos y un oficial herido. El objetivo era las armas, el material y equipo de la unidad.
28 de diciembre de 1964
Agentes que cumplían órdenes de Fidel Castro atacan a una patrulla militar en Cardón Grande, en la Sierra de Coro, Estado Falcón.
29 de marzo de 1965
Una columna guerrillera castro-comunista integrada por guerrilleros venezolanos fieles a Fidel Castro y militares cubanos, ataca al Ejército de Venezuela en La Trinidad, Sierra de Coro, cuando patrullas militares toman un campamento comunista. Los guerrilleros huyen y abandonan armas y otros efectos. Ese mismo día, en otro asalto, cerca de la localidad de Humocaro Alto, Distrito Morán, Estado Lara asesinan a un soldado del Ejército de Venezuela.
6 de abril de 1965
Guerrilleros castro-comunistas ejecutando planes elaborados en Cuba, atacan al Ejército de Venezuela en colinas del estado Lara. Cuatro soldados resultan gravemente heridos. Fusilan a un campesino en las montañas de Falcón acusándolo de haber informado al Ejército de Venezuela de los movimientos de las bandas armadas castro-comunistas.
22 de abril de 1965
Un grupo castro-comunista ataca a una patrulla del Ejército en las cercanías de Azagua, Distrito Bolívar, del Estado Monagas. Varios soldados resultaron heridos.
27 de abril de 1965
La emboscada de El Potrero, Distrito Morán, Estado Lara. Mueren siete efectivos del Ejército Venezolano, entre ellos el Subteniente Abelardo Estrada Vale a manos de guerrilleros castro-comunistas.
20 de mayo de 1965
La emboscada El Cucharo, cerca de Humocaro Bajo, Estado Lara. Resultan muertos dos soldados del ejército de Venezuela, mientras seis quedan heridos. En esta acción participó Lino Martínez, segundo Ministro de Trabajo de Chávez y ex-Embajador de Venezuela en México. Actualmente sirve como enlace entre el gobierno de Chávez y el movimiento zapatista de Mexico y los frentes marxistas de Guatemala.
30 de septiembre de 1965
Una pandilla castro-comunista ataca por sorpresa a dos Guardias Nacionales que conducen al Hospital Vargas de Caracas, al terrorista Juan Almérida Bolívar, de extenso récord criminal. La enfermedad del delincuente era falsa. Se vale de la mentira para lograr su traslado al centro asistencial. Los disparos de sus cómplices son hechos desde diferentes lugares. Uno de los guardias nacionales muere instantáneamente. El otro poco después, al ser colocado en la mesa de operaciones. Los pandilleros comunistas huyen llevándose al falso enfermo. El doble crimen causa asco y cólera en todo el país.
9 de noviembre de 1965
La emboscada en El Jobo, entre Cabure y San Luis, Estado Falcón. Dos soldados del ejército de Venezuela y dos civiles pasajeros de los vehículos resultan muertos, mientras que cinco soldados del Ejército de Venezuela terminan heridos.
13 de marzo de 1966
Emboscada El Cepo en el Distrito Morán, Estado Lara. Muere el Teniente del ejército de Venezuela Félix Ramón Álvarez Romero, seis soldados del Ejército de Venezuela y dos civiles quienes iban de pasajeros en los vehículos. En esta emboscada los guerrilleros comunistas les cortaron los dedos a los efectivos para robarles los anillos y les cortaron los genitales a otros para colocárselos en la boca. La misma técnica horrorosa la usan los criminales castro-comunistas de las FARC y el ELN de Colombia.
5 de mayo de 1966
Las guerrillas castro-comunistas que asesinan soldados y campesinos venezolanos son estimuladas desde La Habana con intensos discursos de Fidel Castro en contra de Venezuela. Una banda comunista ataca al Ejército a 650 kilómetros de Caracas. Muere un soldado. También un bandolero. Cinco días después se entrega a las autoridades militares el "Comandante Pablo," cuyo nombre auténtico es Juan Vicente Cabrera. Habla del fracaso guerrillero.
22 de junio de 1966
Una pandilla terrorista castro-comunista asesina a dos policías en las cercanías de la Ciudad Universitaria de Caracas. El cobarde atentado ocurre en horas de la noche, horas después de haberse suicidado en su celda del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, el castro-comunista Fabricio Ojeda. Los asesinos se refugian en la Universidad Central, baluarte del extremismo de entonces.
8 de julio de 1966
Luben Petkoff desembarca en las playas de Tucacas, Estado Falcón, con un grupo de militares cubanos y se interna por las montañas falconianas. Venían entre otros los cubanos Ángel Frías, José Bouza y el célebre Arnaldo Ochoa, que para el momento era Capitán de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas, posteriormente General de División, héroe de la revolución cubana y fue ejecutado por ordenes de Fidel Castro posteriormente. El fallecido General de División Arnaldo Ochoa opero dentro del territorio venezolano asesinando soldados del Ejército y campesinos venezolanos.
18 de julio de 1966
Fidel Castro en persona, desde aguas dominicanas despide a otro destacamento cubano de “Combatientes”, quienes venían a apoyar a sus aliados guerrilleros castro-comunistas venezolanos. Su enemigo según lo repetía constantemente el propio Fidel Castro…”EL EJERCITO DE VENEZUELA” mientras los “Combatientes” cubanos gritaban “PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS”
1 de agosto de 1966
Guerrilleros castro-comunistas atacan al Ejército de Venezuela en una zona del Estado Lara. Mueren dos bandoleros. Otro resulta herido.
4 de agosto de 1966
Una banda armada castro-comunista ataca a dos vehículos que transporta a oficiales del Ejército de Venezuela, en los límites de los Estados Falcón y Yaracuy.
10 de agosto de 1966
Las bandas castro-comunistas siguiendo planes elaborados en Cuba por Fidel Castro, desarrollan diversos atentados en el territorio venezolano. El "Comandante guerrillero castro-comunista Elías" capturado por el ejército de Venezuela confiesa haber asesinado a treinta y dos personas, veintiséis humildes policías y seis civiles.
15 de agosto de 1966
Emboscada de Las Guabinas, cerca de santa Inés en los límites del Estado Falcón. En el ataque muere un Guardia Nacional y otros tres resultan heridos, en este ataque hubo presencia de militares cubanos aunque no se precisaron sus identidades.
11 de octubre de 1966
Es herido gravemente un infante de marina que custodiaba la residencia del capitán norteamericano Arthur Killer, miembro de la Misión Naval de los Estados Unidos de América en Venezuela. Identificados sus atacantes eran miembros de la guerrilla castro-comunista entrenados en Cuba.
16 de octubre de 1966
Emboscada de Cerro Atascadero entre Yumare y Duaca, Distrito Bolivar, Estado Yaracuy. Bajas, cuatro soldados del Ejército de Venezuela, dos muertos y dos heridos. El Teniente de Navío Miguel Eduardo Ponce Lugo era el jefe de la comisión y quedó herido en el sitio, mientras agonizaba fue rematado por el guerrillero castro-comunista Agustín Peña. La aplicación estricta de las instrucciones de Fidel Castro y el desprecio que estos asesinos sienten hasta de sus propios hombres, pueden valorarse en el relato dado por uno de los bandoleros, refiriéndose a sus propios heridos, después de la emboscada: “Los heridos de nosotros fueron Alirio Riera y Rafael Riera y en vista de que estaban muy heridos y no iban a aguantar el camino, Agustín Peña corto un palo y los rematamos para no dejarlos heridos por ahí. Yo les di dos veces por la cabeza y los otros también lo hicieron por la cabeza y el cuerpo, luego los enterramos en el cerro detrás de San José por separado.”
30 de octubre de 1966
Asesinan al Sub-Teniente del Ejército de Venezuela Ángel Dámaso Blanco, de 23 años, quien gozaba de licencia después de cumplir meritoria labor en las unidades de Cazadores del ejército. Lo matan en la puerta de la casa de sus padres y traicioneramente.
3 de noviembre de 1966
Los castro-comunistas intensifican sus actos vandálicos. Tienden una emboscada al Ejército en la carretera entre Ospino y La Aparición, Estado Portuguesa. En el hecho 10 soldados del Ejército de Venezuela resultan heridos.
6 de noviembre de 1966
Grupos castro-comunistas asesinan a un oficial de la guardia personal del Ministro de Relaciones Interiores.
13 de noviembre de 1966
La guerrilla castro-comunista ataca al Ejército de Venezuela en la zona montañosa entre los Estados Lara y Yaracuy, También en Portuguesa. 7 soldados del Ejército muertos 5 heridos.
15 de noviembre de 1966
Nuevos ataques guerrilleros castro-comunistas. Matan a cuatro soldados del Ejército de Venezuela
17 de noviembre de 1966
Vuelan un camión del Ejército en Ospino, Estado Guárico. En la explosión 15 soldados del Ejército de Venezuela resultan heridos.
27 de noviembre de 1966
La guerrilla castro-comunista asesina al ex-policía Ramón Antúnez.
5 de diciembre de 1966
Asesinan a un policía de la Policía Técnica Judicial (PTJ) cerca de la Universidad Central de Venezuela. Su nombre Carlos Eduardo Masson Kuelendon. Estudiaba cuarto año de economía. El cuerpo presenta numerosas perforaciones de bala en la cabeza. La opinión pública señala a los comunistas universitarios como autores del cobarde crimen.
8 de diciembre de 1966
Una banda comunista dispara ráfagas de ametralladora contra un grupo de seguridad pública, en un bar. Los terroristas viajan en un automóvil presumiblemente robado. Hieren gravemente a dos oficiales de policía, a un sargento técnico de las Fuerzas Aéreas y a un miembro del Servicio Secreto.
13 de diciembre de 1966
Una pandilla de las FALN (Grupo irregular con conexiones directas con Fidel Castro) ametralla al mayor asimilado, Dr. Francisco Astudillo Suárez, miembro del cuerpo jurídico del Ejército. Casi a la misma hora, otra pandilla ataca con ametralladoras al General de Brigada Roberto Moreán Soto, Jefe del Estado mayor del Ejército, quien resulta herido. El militar repele la agresión.
14 de diciembre de 1966
Un francotirador castro-comunista en la Universidad Central dispara contra un soldado y lo mata. El Ejército pierde otro hijo del pueblo.
25 de febrero de 1967
Emboscada El Mortero entre Sanare y El Blanquito, Estado Lara. Bajas, tres profesionales de la Guardia Nacional muertos y ocho heridos. Con una participación numerosa de combatientes cubanos por el lado de los bandoleros.
8 de mayo de 1967
Desembarca por las playas de Machurucuto otra avanzada cubana y se internan en El Bachiller, Estado Miranda. Venían entre otros cubanos Antonio (Tony) Briones, Manuel Gil Castellanos, Del Toro, Tomassevich, García Planas, Borges y Pedro Cabrera Torres, por mencionar algunos.
18 de mayo de 1967
Un banda guerrillera ataca a un convoy militar en la carretera de oriente entre El Mango de Ocoita-El Guapo, Estado Miranda. Resultan heridos un distinguido y un soldado del ejército de Venezuela ambos.
30 de agosto de 1967
Dos castristas disparan contra la policía en la Calle Piar, Urbanización El Cafetal, Municipio Baruta, Estado Miranda. Logran huir.
20 de septiembre de 1967
Una banda armada castro-comunista embosca a una patrulla militar y da muerte a un civil y a un soldado del ejército de Venezuela en el Estado Monagas. El civil había pedido una "cola" a los militares.
2 de octubre de 1967
Una pandilla comunista asalta a un oficial de la Armada venezolana, perteneciente a la tripulación del submarino El Carite. Logran extraerle dos pistolas Browning.
16 de octubre de 1967
Guerrilleros marxistas atacan al Ejército en los límites de los estados Falcón y Lara. Resultan tres soldados muertos y uno herido. Los delincuentes pierden a cuatro de los suyos.
17 de octubre de 1967
Los grupos guerrilleros se mueven entre Los Pozos y Valadero. Causan muertes, pero pierden ocho subversivos. El mismo día, en Santa Teresa del Tuy, Altagracia de Orituco, dan muerte a cuatro guardias nacionales, que cumplen vigilancia en la alcabala del Parque Nacional de Guatopo, lugar denominado Macanilla. Los guardias fueron atacados a traición y no tuvieron tiempo para defenderse.
30 de octubre de 1967
Aparece muerto Guillermo Ramón Velandria dentro de un automóvil estacionado en la Vereda 23 de Coche, Caracas. Velandria pertenecía al departamento de logística del Estado Mayor Conjunto. El cadáver presenta tres perforaciones de bala.
24 de noviembre de 1967
Un grupo armado subversivo trata de tomar por asalto un campamento militar en el Distrito Acosta, Estado Monagas. Un militar resulta herido.
28 de noviembre de 1967
Una banda guerrillera ataca al Ejército en San Antonio de Maturín, Estado Monagas, en un lugar denominado Los Caballos.
12 de diciembre de 1967
Guerrilleros emboscan al Ejército, nuevamente en Yumare, en un lugar montañoso entre los Estados Yaracuy y Lara. Muere un soldado.
13 de diciembre de 1967
Dos fanáticos de las FALN atacan a efectivos de la Guardia Nacional, el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) y la Dirección General de Policías (DIGEPOL) en la calle Coromoto, Barinas, Estado Barinas.
8 de enero de 1968
Dos miembros de las FALN asaltan salvajemente la residencia de un oficial del Ejército, en la avenida Rotaria de Barquisimeto, Estado Lara. Sustraen dinero y uniformes militares.
15 de enero de 1968
Una pandilla que viaja en un automóvil "fantasma," ataca a Ramón López Garay, jefe de policía de Petare, Estado Miranda. López Garay viaja en su vehículo particular y resulta ileso. Esta noticia es transmitida con placer por Radio Habana y Granma de Cuba. El gobierno cubano hace público su regocijo por este hecho.
23 de febrero de 1968
Bandas armadas comunistas disparan ráfagas de ametralladora contra el Cuartel San Carlos, norte de caracas, y contra la Comandancia General de la Marina, en San Bernardino, en horas de la madrugada. Efectivos militares responden a los disparos, hechos desde una casa abandonada y desde un automóvil "fantasma" respectivamente.
26 de febrero de 1968
Grupos de las FALN, también en horas de la madrugada, ataca a tiros la casa del General Pablo Antonio Flores, ex-comandante general del Ejército. Resulta herido un funcionario policial de guardia (Calle 12 de Vista Alegre, Caracas). Los delincuentes colocaron una bomba en el jardín, la cual no logra estallar.
8 de abril de 1968
Bandoleros comunistas emboscan al Ejército cerca del caserío Ospino, Estado Portuguesa. Matan a un soldado del batallón de cazadores destacado en La Estación. Otro militar resulta herido. Fuerzas combinadas buscaron a los delincuentes en la zona montañosa.
14 de abril de 1968
Cuatro extremistas de izquierda asaltan la casa del Jefe de la segunda sección del Destacamento 99 de la Guardia Nacional, Tte. Francisco Hernández García, Qta. "Jenny" Urbanización Atlántida, Catia La Mar, Estado Vargas.
18 de abril de 1968
Es asesinado cruelmente un soldado en Sabana de Parra, Estado Lara, por subversivos de un grupo castro-comunista.
23 de abril de 1968
Nueve guerrilleros asaltan la población de Zazárida, Distrito Zamora, Estado Falcón. Comisiones del Ejército persiguen a los bandoleros. Mueren cinco antisociales y otros resultan heridos. En el evento pierde la vida el soldado del Ejército venezolano Esteban Segundo Landaeta.
25 de abril de 1968
Una pandilla guerrillera embosca a una patrulla militar en las márgenes del río Hueque, en las proximidades del caserío san Agustín, Distrito Petit, Estado Falcón. Resultan varios heridos. Muere un soldado del Ejército venezolano. La lucha dura una hora. Los bandoleros huyen a lo más espeso de la montaña.
27 de abril de 1968
Bandas castro-comunistas atacan en varios lugares del estado Falcón. El jefe guerrillero Douglas Bravo junto con personal militar cubano enviado por Fidel Castro trataba de escapar al cerco militar del Ejército de Venezuela.
30 de abril de 1968
Una banda guerrillera ataca al Ejército de Venezuela en las montañas de María Lionza, Chivacoa, Estado Yaracuy. Mueren tres de los bandoleros y varios resultan heridos. La banda había sido ubicada previamente en la cumbre de La Enjalma. El Ejército persiguió al resto de la banda.
6 de mayo de 1968
Un grupo comunista asalta la sede de la DIGEPOL en El Tigre, Estado Anzoátegui. Los irregulares asesinan a un oficial de Guardia Nacional identificado como Eleuterio Nadales. El asalto se realiza a media noche. Los subversivos usan un automóvil robado, en el cual huyen, pero son interceptados por una patrulla policial. Hay cruce de disparos. Uno de los subversivos, Wilfredo Quijada, resultó ser un liceísta que había sido envenenado ideológicamente por los seguidores de Fidel Castro..
1 de marzo de 1969
Unaz banda castro-comunista roba a mano armada el Banco del Caribe, en Guacara, Estado Carabobo. El atraco fue perpretado por el grupo de guerrilleros dirigido por Carlos Rafael Lanz Rodríguez hoy ministro de Hugo Chávez Frías presidente de la CVG.
Agosto de 1971
Fidel Castro logra infiltrar en la Academia Militar de Venezuela a Hugo Rafael Chávez Frías, sus contactos esgrimieron como mérito más “sobresaliente” para merecer ser Cadete del Ejército de Venezuela “Que era bueno jugando pelota”.
17 de noviembre de 1975
Varios sujetos dirigidos por Carlos Rafael Lanz Rodríguez, asaltan al funcionario de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) Elíseo Casanova Villamizar, a quien despojaron del arma de reglamento, las credenciales policiales y documentación personal. Lanz Rodríguez luego con la documentación le usurpó la identidad.
27 de febrero de 1976
Es secuestrado en su casa en Caracas el industrial norteamericano William Frank Niehous por parte de los autodenominados Grupos de Comando Revolucionarios (GCR). La operación político-militar se llamó "Argimiro Gabaldón" y el comandante de la acción fue el guerrillero Carlos Rafael Lanz Rodríguez. También participaron en el secuestro del empresario los guerrilleros Luis Alberto Solórzano, Iván Nolasco Padilla Bravo, Jorge Rodríguez, David Nieves Banchs, Doris Francia Echenique de Medina, Ángel Cristóbal Márquez Esquedes, Alexis José Toledo Castro, Eduardo José Mulatero Secci, Jesús Enrique Pacheco Carreño y otros. El secuestro de Niehous es considerado el más largo de la historia venezolana (tres años y cuatro meses). Niehous fue rescatado en Junio de 1979. Lanz Rodríguez fue liberado por la “Justicia” venezolana infiltrada por Fidel Castro en 1984.
La lucha en contra de las invasiones o incursiones de Fidel Castro y el estado terrorista cubano en contra de Venezuela fue muy dura, el Ejército de Venezuela asumió su rol histórico y lo cumplió actuando conjuntamente en forma muy coordinada con la Armada, la Aviación, la Guardia Nacional, la Policía y los organismos de inteligencia venezolanos, todos éramos un gran equipo, las unidades al principio fueron sorprendidas pues su despliegue era para el combate en forma convencional, estaban preparadas para enfrentar a un enemigo que daba la cara y cumplía con las leyes de la guerra; pero ahora eran golpeadas duramente por uno que atacaba de sorpresa y por la espalda, a traición, que no sabía lo que era combatir con honor. Las emboscadas, infiltraciones, voladuras, saboteos, golpes de mano, ataques a la población civil nos hizo derramar mucha sangre venezolana. Pero el Ejército de Venezuela se adapto rápidamente a la nueva exigencia de combate, fueron creadas las unidades de CAZADORES que comenzaron a operar con las mismas tácticas guerrilleras de los asesinos enviados por el estado terrorista cubano de Fidel Castro, que estaban convencidos que aquí, en Venezuela, iban a hacer lo mismo que hicieron en la Sierra Maestra; Fidel Castro y su estado terrorista cubano estaba convencido que el Ejército de Venezuela era igualito al de Fulgencio Baptista, pero se equivocaron terriblemente. Los soldados del Ejército se transformaron en Cazadores y los Cazadores se transformaron en guerrilleros y avanzamos mejorando sus tácticas y técnicas y nos hicimos mejores que ellos en la guerra irregular… y los derrotamos militarmente…Fidel Castro y sus cubanos sub estimaban al pueblo de Venezuela y a su Ejército, ese hombre siempre nos ha sub estimado, pensaba que iba a ser muy fácil “LA COSA”, al final de la década de los 60 nosotros los militares venezolanos los derrotamos y los expulsamos obligando a Fidel Castro, a su gobierno marxista, y a los traidores que le eran y le son fieles todavía aquí en Venezuela a aceptar que para convivir en este hemisferio con nosotros debía respetar el modelo republicano democrático del estado venezolano escogido por sus ciudadanos. Fidel Castro tuvo que morder el polvo de la derrota militar gracias a las unidades de cazadores… era imponente la presencia de los Cazadores del Ejército de Venezuela, los cubanos llegaron a tenerles terror y huían despavoridos de las zonas donde se encontraban cuando las unidades de cazadores se les acercaban, lo dejaban abandonado todo, ropa, artículos personales y hasta el armamento, municiones y equipo, que es mucho decir para un combatiente. Una imagen de lo que eran las unidades de cazadores del Ejército de Venezuela que enfrento y venció a Fidel Castro y el estado terrorista cubano en los años 60, está plasmada en el libro “GUERRILLEROS CAZADORES… Y MONTAÑAS” del Capitán Jorge Álvarez Cardier, Editorial Impresos Sandino, 1971, pag 6, Capitulo I, OTTO EL ALEMAN; en el que un venezolano de entonces al ver de cerca a Oficiales y Soldados de un Batallón de Cazadores quedo tan impresionado que los describe de la siguiente forma:
“Los vi por vez primera y me entusiasmo su presencia. Curtidos por el sol, delgados y fibrosos, parecían animales de guerra”
Mucha sangre derramó el Ejército, sangre de sus oficiales y soldados cuyos nombres están en la Academia Militar de Venezuela en un placa que está colocada (o estaba) sobre un muro conmemorativo que fue ubicado en uno de los jardines del patio de armas, frente al Gran Hall, entre el roble y el samán; yo estuve en el acto solemne de inauguración de ese memorial a nuestros héroes; ahí, en ese muro memorial, están los nombres de todos los oficiales y soldados que asesinaron los cubanos de Fidel Castro y traidores venezolanos, en los 60 bajo la inscripción: “CAIDOS EN EL CAMPO DEL HONOR”.
En 1968 Fidel Castro, derrotado por el Ejército venezolano, aparentó una rectificación de su política hacia Venezuela en la que “aceptaba” y respetaba la profunda diferencia entre su modelo marxista y el modelo democrático de plenas libertades de Venezuela, pero mentía, Fidel Castro siempre miente, los comunistas siempre mienten; las siguientes palabras de Lenin dan fe de lo anteriormente expuesto y explican el porqué la mentira, el engaño y la manipulación de la verdad es una herramienta fundamental del discurso comunista:
“Los comunistas deben vivir la revolución, comerla, respirarla, soñarla. Deben mentir, engañar y hasta asesinar, no importa que se trate de la madre” Lenin 1883.
A partir de ese momento se inició una convivencia que se podría calificar aparentemente como “normal”. Digo aparentemente, porque en las sombras, como trabaja el crimen, el gobierno de Fidel Castro siguió actuando en contra de Venezuela. Fidel Castro desde las tinieblas, y gracias a las deficiencias de nuestras instituciones, a los errores y ambiciones personales de quienes ejercieron el poder, continuó trabajando, conspirando para destruir nuestra república, y ponerle las manos a los recursos naturales que son de nuestro pueblo para financiar la política expansionista, hostil del estado comunista que dirige, para continuar proyectando sus acciones subversivas y terroristas al resto de la América, incluyendo a los Estados Unidos y por supuesto al resto del mundo, y lo peor y más indignante de todo … con venezolanos. Fidel Castro continuó conspirando, moviendo sus hilos terroristas a través de venezolanos traidores y de extranjeros que periódicamente viajaban a nuestro país a cumplir sus “encargos”. Así es que la conspiración castro-comunista logra extender sus tentáculos e infiltrar a Hugo Chávez Frías en la Academia militar de Venezuela, logrando que se graduara como Sub Teniente en 1975 como integrante de la promoción Simón Bolívar número II y a partir de ahí inicio una carrera al servicio de Fidel Castro cuya hazaña mas “Meritoria” fue atentar contra de la democracia venezolana en 1992, mediante dos cuartelazos que fracasaron, derrotados por las Fuerzas Armadas Venezolanas en los que estuvieron involucrados, por ambición, oficiales generales y almirantes que desempeñaban para el momento altos cargos, y muchos peces gordos del sector económico, financiero, medios de comunicación etc. que por ambición de más poder y más dinero del que tenían para el momento apostaron y jugaron en contra de la democracia y ahora están siendo castigados por su traición, han sido y están siendo traicionados por aquel a quien apostaron y favorecieron económicamente, con dinero y/o grandes espacios en los diferentes medios de comunicación; y es que apostaron a quien ellos consideraron erróneamente como “Líder” , pero que realmente no lo era, ni lo es. El líder de esos intentos fracasados de golpe de estado en contra de la democracia que existía no fue Hugo Chávez ni ninguno otro, el que estaba nuevamente desde la oscuridad enfrentando a hermano contra hermano en Venezuela no era otro que el decrépito pero sanguinario anciano Fidel Castro y su dictadura terrorista, que siempre ha sido y es EL ENEMIGO NUMERO UNO DE VENEZUELA Y DE LOS VENEZOLANOS.
El 3 de Junio de 2009, la OEA, en su XXIX Asamblea General acordó derogar la suspensión a Cuba, y aunque cueste creerlo a cualquier venezolano que sienta en su sangre hervir su ¡PATRIOTISMO!, gracias a las gestiones del actual gobierno venezolano, al frente de las cuales estuvo de manera muy activa el propio “Presidente de Venezuela” Hugo Rafael Chávez Frías, y que, paso infiltrado por las filas de nuestro Ejército, cuya sangre, la de sus soldados y oficiales, fue derramada por la Cuba de Fidel Castro y dentro de nuestro propio territorio, y quien por cierto llama a Fidel Castro como “Padre de su Revolución y de su gobierno” abrazándolo y colmándolo de toda clase de mimos y adoraciones cada vez que se lo encuentra. Gracias a este hombre y a su gobierno, la Cuba de Fidel Castro, el enemigo más hostil que ha tenido Venezuela en toda su historia moderna, volvió a ser admitido en el sistema interamericano del que fue expulsada por agredirla militarmente y derramar la sangre de su pueblo. No obstante y a pesar de que Hugo Chávez y su gobierno títere de la dictadura cubana lograra que la OEA derogara la suspensión a Cuba para que esta fuese admitida, el gobierno terrorista de esa nación, se niega a volver a la OEA porque para poder hacerlo tiene que dar a su pueblo esclavizado con las cadenas del comunismo, todas las garantías, derechos y libertades características de una democracia que están establecidas en el sistema interamericano. La verdad es que dar la libertad al pueblo cubano no es del interés de Fidel Castro, ni de su hermano Raúl ni del resto de la corte gerontocrática de señores feudales que lo controlan, lo subyugan y lo explotan desde el poder. Seguro que Fidel Castro y la gerontocracia cubana dicen ¿Para que la OEA? Si ya hay presidentes latinoamericanos que hacen cola en la Habana para rendirle homenaje y solicitar “favores” a Fidel y Raúl Castro pues saben que ese par de viejos miserables y asesinos tienen en su mano, POR EL MOMENTO, el mayor deposito de recursos naturales que existe en América, tiene en sus manos a VENEZUELA ¿Para que la OEA?.
Lo más humillante para el honor venezolano no es la admisión en la OEA de ese estado terrorista hostil con Venezuela y con toda la América gracias a las gestiones del propio “Presidente de Venezuela” Hugo Rafael Chávez Frías. El enemigo cubano se dio cuenta que no era capaz de dominarnos por la fuerza, mediante las armas, Fidel Castro sabiendo que se iba a encontrar de frente a ese Ejército que nunca pudo vencer; decidió cambiar su estrategia y penetrar Venezuela utilizando TRAIDORES. Ahora está aquí, otra vez, entro de la mano de Hugo Rafael Chávez Frías y su corte de TRAIDORES A LA PATRIA, ahora resulta que nuestro peor enemigo ya derrotado militarmente por nosotros, y que ha derramado tanta sangre venezolana, es según ellos, nuestro mejor amigo, nuestro aliado y benefactor, ya le han entregado a Cuba y continúan haciéndolo progresivamente, actividades económicas, instituciones, funciones y controles estratégicos que son inherencia y competencia exclusiva de los venezolanos, un ejemplo de ello son entre otros, los registros y notarias y nuestra FAN donde es ya del conocimiento público que hay militares cubanos ocupando posiciones sobre los venezolanos. Estos traidores en confabulación con el enemigo cubano destruyen nuestras instituciones, entregan nuestra soberanía y le quitan sus propiedades a los ciudadanos en nombre del pueblo amenazándolos con las armas de nuestra FAN, que son para defenderlos, para que entreguen el producto de su trabajo, la comida de sus familias, la comida de Venezuela, mansamente al enemigo cubano. Primero están acabando con los que más tienen, luego será muy fácil para ellos acabar con los que menos tienen, pues los que nada tienen no les importa, por eso es que los llaman “masa popular” ya que su ignorancia, sus necesidades y sus debilidades son perfectamente manipulables por su doctrina criminal comunista y constituyen la materia prima para construir esa nación de esclavos en que han convertido a la isla de Cuba.
Pero la peor humillación al honor militar venezolano es que ahora se le rinde homenaje a Fidel Castro y a su tiranía aquí mismo, dentro de nuestro propio territorio, donde ellos derramaron la sangre de ese Ejército al que pertenezco, y a los descendientes de quienes la derramaron, a nuestros oficiales y soldados actuales, se les obliga por conducto de quienes debían evitarlo, sus generales y almirantes, a gritar el lema de nuestro enemigo, el lema creado en Cuba por el dictador Fidel Castro el 5 de marzo de 1960 “Patria, Socialismo o Muerte” el mismo lema que gritaban los militares cubanos infiltrados en nuestro territorio en los años 60, cuando mataban a nuestros oficiales y soldados del Ejército de Venezuela, cuando cortaban sus genitales para colocárselos en la boca, cuando abrían con cuchillos sus gargantas para sacar por el orificio sus lenguas a la modalidad de corbata o cuando asesinaban a nuestros campesinos para infundir miedo y obligarlos a no denunciarlos ¿Cuántos oficiales, soldados, guardias nacionales y policías venezolanos caídos en el campo del honor en los 60 escucharon ese lema maldito de “Patria, Socialismo o Muerte” gritado por un cubano mientras eran torturados o asesinados? Los espíritus de todos los oficiales, soldados y guardias nacionales que murieron asesinados por la guerrilla castro-comunista no podrán descansar en paz mientras quienes tienen la obligación de honrar su memoria, su sacrificio; los traicionen rindiendo sus armas a nuestro enemigo a muerte, Fidel Castro y/o el estado comunista cubano. Los espíritus de todos los héroes de nuestro Ejército que en el transcurso de nuestra historia, desde la independencia hasta la fecha, han ofrendado sus vidas defendiendo la Patria, JAMÁS podrán descansar en paz mientras escuchen en boca de los oficiales y soldados del Ejército de Venezuela, de la FAN Venezolana, esa consigna asesina, ese grito infernal de “Patria, Socialismo o Muerte”.
El tamaño de la traición a nuestra PATRIA de Hugo Rafael Chávez Frías y sus cómplices no tiene comparación en la historia venezolana, desde Julio de 1811 en que Venezuela fue fundada como República, hasta la fecha, no ha existido un traidor a la PATRIA del tamaño de Hugo Rafael Chávez Frías, y si nos vamos a revisar la historia mundial será difícil encontrar en cualquier nación del mundo otro caso de traición a la patria similar o de su magnitud. Pero los venezolanos debemos estar totalmente claros en algo, Hugo Rafael Chávez Frías, no es el cerebro que dirige la destrucción de nuestra República, de nuestra PATRIA; hay una mente diabólica que elabora los planes de destrucción, una mano genocida que desde la oscuridad mueve los hilos del títere, y una estructura terrorista que trabaja laboriosamente desmembrando a Venezuela; la mente diabólica y la mano genocida pertenecen a Fidel Castro y/o al gobierno cubano y la estructura terrorista es el contingente de miles de cubanos enviados por el dictador que se encuentran desplegados en todo el territorio nacional trabajando para convertirnos en su provincia número 15. Hugo Rafael Chávez Frías solamente es una suerte de PROCONSUL CUBANO en Venezuela, el fiel servidor del estado comunista cubano, el buen subalterno de Fidel Castro y/o el gobierno cubano; este hombre y sus cómplices son solo la figura que sirve para dar legalidad a la CAMPAÑA DE VENEZUELA, como la llaman en Cuba, que están desarrollando las Fuerzas Cubanas. Estos miserables están destruyendo 200 años de vida republicana apoyándose en un gobierno extranjero, ENEMIGO DE VENEZUELA, enemigo de nuestra república, enemigo de nuestra democracia, enemigo de nuestra libertad, a quien le están entregando LA PATRIA escoltados por nuestros propios soldados, cubriéndose con nuestros símbolos patrios y cantando el himno nacional. Estos traidores a la Patria subordinados a nuestro enemigo cubano nos están quitando progresivamente la libertad que nos fue legada en 1811 por nuestros libertadores y consolidada con más de 10 años de guerra de independencia y que ha costado tanto sacrificio y tanta sangre, mucha de ella derramada por el propio estado terrorista cubano a quien se la están entregando.
¡MILITARES VENEZOLANOS! activos y retirados, tenemos que cumplir nuestro juramento hecho ante Dios y en presencia de la Bandera nacional de “DEFENDER LA PATRIA Y SUS INSTITUCIONES HASTA PERDER LA VIDA” el cual no caduca cuando el militar deja el servicio activo sino que permanece vigente durante toda nuestra vida, hasta el día de nuestra muerte. Eso compañeros de armas se llama ¡PATRIOTISMO!: los militares venezolanos debemos defender el suelo donde nacimos resguardándolo de la huella de cualquier invasor extranjero, sea cual sea la máscara con que este se presente, o venga de la mano de quien venga, patriotismo es también respetar las instituciones así como cumplir y hacer cumplir las leyes, patriotismo es preservar inalterable nuestra tradición de gloria y honor militar manteniendo muy en alto los estandartes de guerra de nuestras unidades militares evitando que las armas de las mismas sean rendidas y puestas al servicio de una persona, de una organización política o lo que es peor y más humillante para el honor militar venezolano, al servicio de un invasor o gobierno extranjero, como lo es el sanguinario estado terrorista cubano, que ha convertido a la bella isla de Cuba en una “ISLA DEL TERROR”, de donde el mal emana hacia todo el mundo, especialmente hacia Latinoamérica, atacando gobiernos para destruir democracias. Ese reino del terror poseído por el Demonio del Comunismo y bajo el sangriento “reinado” de los Castro y sus asesinos, derrotado militarmente por nosotros, los militares venezolanos, en los años 60, ahora mismo está atacando a Venezuela de la mano de traidores a LA PATRIA. Ya controla el gobierno, y ahora mismo está destruyendo nuestra República. Todos los venezolanos, en especial los militares, debemos asumir una lucha a muerte en contra de Fidel Castro, el estado comunista cubano, y los traidores venezolanos que le sirven en su propósito de controlar los inmensos recursos económicos de Venezuela, todos debemos luchar unidos y hacerlos morder el polvo de la derrota militar, otra vez, como lo hicimos hace mas de 30 años; pero ahora ¡DEFINITIVAMENTE! El estado terrorista cubano debe desaparecer para acabar con su amenaza hacia Venezuela, los venezolanos y el mundo.
¡VENEZOLANOS! Todos estamos obligados a defender y preservar del enemigo cubano y sus servidores aquí en Venezuela a la República libre, democrática e independiente de Venezuela fundada por nuestros Libertadores en 1811 y que nosotros ¡DEBEMOS LEGAR INTEGRAMENTE A NUESTROS HIJOS!... Defendámosla ya del enemigo cubano.
Saludo libertario
General Ángel Vivas
¡MUERA LA TIRANIA VIVA LA LIBERTAD!
Generalísimo Francisco de Miranda
2 de Febrero de 1806
¡TRIUNFAREMOS!... ¡Venezuela JAMÁS será comunista!
¡El enemigo cubano en VENEZUELA debe ser derrotado y expulsado!
FUENTES CONSULTADAS
______________________________________
* PENSAMIENTOS PARA VENEZUELA Y EL MUNDO, Vivas R. Silvino, Editorial El Incendio, 1966
* GUERRILLEROS, CAZADORES... Y MONTAÑAS, Jorge Alvarez Cardier, Editorial Impresos Sandino, 1971.
* CRONOLOGÍA DE LA IZQUIERDA VENEZOLANA, Betancourt Isaac, apuntes personales, 2010.
* LAS GUERRAS SECRETAS DE FIDEL CASTRO, Juan F. Benemelis,2000.
* Apuntes personales del autor, General Ángel Vivas.
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