jueves, 27 de enero de 2011

La calma regresa a las calles de El Cairo tras las manifestaciones del ‘día de la ira’



La calma ha regresado a las calles de El Cairo después de que ayer miles de egipcios aprovecharan ayer el día de la ira para salir a la calle y pedir el fin del régimen de tres décadas de Hosni Mubarak, protagonizando enfrentamientos violentos contra la policía, en unas protestas sin precedentes inspiradas por la revuelta que derrocó hace dos semanas el Gobierno del presidente tunecino Ben Ali.

Policías antidisturbios, armados con palos y piedras, se lanzaron contra los manifestantes, que gritaban consignas contra Mubarak e instaban a las fuerzas del orden -que en muchos casos apenas tenían 20 años- a unirse a ellos en la protesta. La céntrica plaza de Tahrir (plaza de la Liberación), donde se encuentra la sede de la Liga Árabe, el Museo de Antigüedades, así como otros edificios oficiales y muy cerca del Parlamento, fue escenario de los choques violentos, donde no han faltado los cañones de agua y los gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.

A la medianoche la policía se enfrentó con las mismas técinas contra las personas que aún permanecían concentradas con el objetivo de desalojar la mítica plaza. Muchos de los manifestantes se refugiaron en los alrededores, mientras que algunos de los que no lograron burlar a la policía fueron detenidos y apaleados.

“Hemos tenido suficiente Mubarak en estos 30 años”, gritaba una joven. “Abajo Hosni, abajo Gamal”, coreaban refiriéndose al octogenario líder -en el poder desde hace 30 años- y a su hijo, que previsiblemente podría heredar el poder de su padre. Shahira, una septuagenaria con el cabello plateado recogido en una coleta y un chal con bordados beduinos al cuello, argumentaba mientras trataba de esquivar una lluvia de piedras: “Esta vez es diferente, somos miles, de todos los estamentos sociales. No es sólo la élite como ha ocurrido en otras ocasiones. Ha llegado la hora. Les ha llegado la hora”.

10.000 manifestantes en la capital

A lo largo de la jornada, algunos manifestantes fueron golpeados duramente con porras, pero eso no impidió que otros, en una muestra de valentía en un país donde ha habido una dura represión, persiguieran a varios policías. Incluso un oficial se pasó al bando de los manifestantes, según informaba Reuters. Varios policías resultaron heridos por las confrontaciones, según el Ministerio del Interior, que ha calculado en más de 10.000 los manifestantes en El Cairo. La televisión estatal egipcia habla de un policía muerto durante los enfrentamientos en el centro de la capital.

La prensa local también cuenta que en Alejandría, en la costa mediterránea, varias personas rompieron y quemaron imágenes de Mubarak y de su hijo. Mientras en Suez, en el este del país, dos manifestantes fallecieron, presuntamente por el impacto de balas de goma, según los primeros informes médicos.

Egipto vivió ayer la violencia que ha sacudido Túnez desde comienzos de este mes y que terminó con la salida del poder del presidente Ben Ali y una dura transición hacia la democracia. Las inmolaciones y las manifestaciones se propagaron por todo El Cairo y las principales ciudades del país. “El pueblo egipcio está asfixiado”, afirmaban los manifestantes.

Día de la Ira

Un goteo constante de refuerzos llenaba las filas de las fuerzas de seguridad egipcia, que en el transcurso del día realizó numerosas detenciones. La ciudad amaneció tomada por la policía, ante la convocatoria por Internet para manifestarse en la calle. Las fuerzas del orden dudaron en amedrentar e incluso agredir a los periodistas que cubrían la protesta así como en confiscar las identificaciones que acreditaban y autorizaban a los informadores a llevar a cabo su labor.

Hacia las cinco y media de la tarde, en El Cairo se intensificaron las protestas y los enfrentamientos entre los miles de manifestantes que trataban de llegar al Parlamento y los antidisturbios, fuertemente pertrechados y que no dudaron en devolver las piedras que les lanzaba la población enfurecida.

A pesar del intento de los activistas, que se organizaron a través de páginas web y de redes sociales como Facebook o Twitter, de mantener en secreto hasta última hora los lugares donde se producirán las protestas (los primeros puntos se conocieron en torno a las cinco de la madrugada de de ayer, una hora menos en España), no fue posible evitar que las fuerzas de seguridad cerraran estaciones de metro y colocaran vallas cada uno de los accesos a dichos lugares.

Ley de emergencia

Los manifestantes en potencia se animaban unos a otros a través de Twitter, instándose a no abandonar la protesta. Algo que no piensa permitir el Gobierno del rais que desde hace 30 años mantiene a Egipto bajo una ley de emergencia que permite detenciones arbitrarias y que ha sido usada para reprimir cualquier voz discordante con el régimen. En el país norteafricano están prohibidas las manifestaciones sin autorización previa, y grupos de la oposición han denunciado que se les negó la posibilidad de hacerlo ya que cualquier manifestante podía ser detenido.

El ministro del Interior, Habib el Adli, emitió el lunes la orden de “arrestar a cualquier persona que exprese puntos de vista ilegales”, una muestra de cómo en la dictadura egipcia no solo es ilegal hablar o manifestarse sino también tener puntos de vista que difieran de los oficiales. El Adli advirtió que no permitirá, asimismo, ninguna manifestación convocada ilegalmente.

La fecha de la protesta tampoco ha sido elegida al azar. El día de la ira egipcia coincide con la fiesta nacional en honor de la policía, una fuerza clave para mantener al presidente, en su trono del palacio de Heliópolis. “El aparato de seguridad se ocupará con firmeza y decisión de cualquier intento de violar la ley”, recalcaba el lunes el director del Gobierno para la seguridad en El Cairo.

Los primeros movimientos se reportaron desde Malhalla, una ciudad símbolo del activismo político y social egipcio y vanguardia de los movimientos obreros de 2006 y 2007. En 2008 la ciudad, centro de la principal industria textil del país, vivió una explosión de protestas obreras en abril, lanzaron un llamamiento a la huelga en todo el país y se manifestaron siendo duramente reprimidos por la policía. En el norte de Egipto murieron dos personas, una de ellas un niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario