miércoles, 21 de abril de 2010

PALABRAS CALIENTES DEL ÚLTIMO DOCUMENTO DE LA CEV


IDEAS CALIENTES DEL DOCUMENTO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA CON MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA:
32. Debemos asumir a la persona como sujeto singular de derechos y deberes, abierta solidariamente a los demás; lo contrario del egoísmo y de la masificación. Requerimos ciudadanos como agentes conscientes y beneficiarios del bien común, partícipes y actores de la soberanía popular. Necesitamos institucionalidad, es decir, intermediación eficaz de la libertad, responsabilidad subsidiaria por lo público y común. Y en ella, deseamos un Estado como instrumento apto, propiciador del mayor grado de felicidad para todos, con instituciones, leyes y servicios públicos justos y efectivos que promuevan y garanticen el bien común a través del florecimiento de la creatividad y libertad solidarias.
35.- La tarea no es fácil, como no lo fue entonces. Las resistencias son muchas y se requiere sacrificio y constancia, como nos lo demostró el Libertador con su vida y sus palabras visionarias. Es hora de construir verdaderas comunidades con igualdad de participación, de abrirnos al optimismo y de reencontrarnos todos como venezolanos en el abrazo de la dignidad y del amor de hijos de Dios; un abrazo que nos renueve en el reconocimiento y en la afirmación de los otros, de aquellos que tendemos a rechazar, incluso a odiar, y de aquellos a los que por ideas diversas o sectarismos políticos excluimos. Dios quiere para nosotros una Venezuela en la cual la unión, el perdón y el amor sean las bases sólidas para que el hermoso proyecto fundacional se convierta en realidad, sin las limitaciones que en estos doscientos años de historia lo han frenado.
42.- La acción de la Iglesia en el campo de lo histórico-cultural, se desenvuelve en tres vertientes complementarias: denuncia, anuncio y compromiso, en relación con lo que toca a la dignidad de la persona humana y sus derechos y deberes fundamentales, en los campos socioeconómico, político-institucional y ético-cultural. La labor en educación, salud, atención a niños y ancianos, así como las obras de caridad y la de presencia en zonas populares y marginales, se realiza en esa dirección.
45.- En fidelidad creadora y crítica al proyecto de entonces, hemos de promover la salud espiritual del país, reconstruyendo lo que fuere necesario, en el sentido de una sociedad auténticamente justa, sin exclusiones ni divisiones; verdaderamente libre y democrática, con pluralismo, división de poderes, estado de derecho; de calidad cultural mediante la promoción de un genuino humanismo. Una Venezuela de todos y para todos, con atención preferencial a los más débiles, sin exclusiones ni presos políticos, con el debido respeto a los procesos judiciales, con las normales garantías para la propiedad privada y con diversidad de opciones políticas. Un país soberano,, integrado internacionalmente en una real fraternidad de pueblos sin expresiones altisonantes, acciones desafiantes o alianzas preocupantes.

Caracas, 12 de enero de 2010

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