LA ERRATA
Emilio Frugoni
Es un duende maligno y solapado. Salta
en medio de las frases que el ingenio combina,
y con una terrible voluntad asesina,
hunde en plena belleza el puñal de una falta.
La construcción magnífica del pensador asalta.
Al globo del estilo clava traidora espina.
Y en el concierto mágico del verbo desafina
emitiendo su nota perturbadora y alta.
El incansable artífice, a golpes de martillo
y de cincel ilustra su castillo encantado,
y él de un papirotazo desbarata el castillo.
En el cáliz del numen su ponzoña deslíe,
y en el templo de Apolo, tras el dios colocado,
con una mueca infame, grotescamente, ríe.
ZOMBIE
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