jueves, 29 de abril de 2010

Gustavo Dudamel cambia de agente


El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, que alcanzó fama mundial al frente de la Orquesta Juvenil Simón Bolívar y hoy dirige la Filarmónica de Los Ángeles, ha cambiado de representante y hay quien se queja de "caza furtiva".

El dinero que mueven los músicos clásicos de ese calibre no es mucho si se compara con el de las estrellas del cine de Hollywood o de la música "pop", señala The Times, que publica la noticia.

Según el diario, el 15 por ciento normal de los honorarios del artista en los próximos cinco años que cobraría su agencia -unos 23.000 euros por concierto- no es una cantidad astronómica.

Claro está que Dudamel podría generar millones para su agencia si siguiese dirigiendo al máximo nivel durante los próximos cincuenta años.

De ahí que el periódico se haga eco de las acusaciones que circulan sobre supuestas prácticas de "caza furtiva" para referirse al hecho de que la agencia Van Walsum le haya quitado a Dudamel a su rival Askonas Holt.

Askonas Holt, con sede en Londres al igual que la agencia rival, está dirigida por Martin Campbell-White, que descubrió el talento de Simon Rattle cuando era sólo un músico adolescente y gestionó tan bien su carrera que ése es hoy titular de la Filarmónica de Berlín, una de las dos o tres mejores orquestas del mundo.

Entre los artistas a los que representa Campbell-White están Daniel Barenboim, John Eliot Gardiner, Claudio Abbado, Bernard Haitink y muchos otros que han alcanzado la cumbre de la dirección musical.

Este año, sin embargo, la agencia perdió a Dudamel, un director que puede llegar incluso a superar a todos esos en estrellato.

El joven músico venezolano, señala el periódico, se ha pasado en efecto a Van Walsum, agencia propiedad de Stephen Wright, quien trabajó algún tiempo junto a Campbell-White en Askonas Holt cuando se llamaba todavía Harold Holt.

Preguntado por "The Times" si se siente "culpable" de haberle arrebatado a Dudamel a un ex colega, Wright dice que son cosas que pasan y que él también ha tenido que sufrir antes.

"Hay pérdidas que duelen y algunas hay que aceptarlas filosóficamente. Son gajes del oficio", sentencia Wright, según el cual ese tipo de "caza furtiva" es parte del negocio y resulta además fácil.

Pero perder a Dudamel es algo que ha afectado profundamente a su rival Campbell-White: "Gustavo es un genio y le quiero. Estoy terriblemente triste de que nos haya dejado".

Campbell-White explica que su agencia no tiene contratos con sus músicos y señala que, "si no existe confianza entre el agente y el músico, entonces es sólo una cuestión de dinero. Simon (Rattle) no sabe siquiera cuáles son sus tarifas".

"Y esto puede resultar pomposo, pero mi filosofía no ha sido nunca cobrar los mayores honorarios posibles. Tal vez por eso duren tanto las relaciones con nuestros músicos", afirma.

Lo que realmente le irrita es cuando le falla alguno de sus propios agentes, como parece haber ocurrido en el caso de Dudamel.

Mientras el joven músico venezolano estaba representado por Askonas Holt, el encargado de administrar su carrera era un joven agente llamado Mark Newbanks, quien este año decidió pasarse a Van Walsom, donde ocupa ahora un puesto directivo.

Y Dudamel, su principal cliente, se pasó también con él a la agencia rival.

"Mark Newbanks parece que creía que no tenía mucho futuro en nuestra empresa. No sé por qué. Yo le nombré para un puesto de director, le di participaciones", explica Campbell-White.

"Tal vez pensaba que yo me interfería demasiado y que Stephen Wright no lo hará. El resultado es que un día vino Gustavo (Dudamel) y me dijo: "Martin, tú me dijiste que confiase en él, y con tu ayuda ha logrado para mí todo lo que yo quería, así que ¿por qué debería abandonarle? No tuve argumentos que oponerle", reconoce Campbell-White.

Wright justifica lo ocurrido, entre otras cosas, por los "lazos tan estrechos" que se forjan entre los músicos y sus agentes: "Rattle lleva desde 1974 con Simon Rattle. Colin Davis ha estado con Ron Wilford (octogenario jefe de Columbia Artists) toda su carrera. Yo me ocupé treinta años de Neville Marriner. Es una cosa de confianza personal, de "yo voy donde va (mi agente), algo que se ha producido en el caso de Dudamel".

Son argumentos que no acepta Campbell-White, según el cual su rival "tiene el apoyo de alguien y trata de construir rápidamente una agencia de representación de artistas y lo más fácil es comprar a gente de otras agencias".

EFE/Londres

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