Evangelio del domingo 27 de diciembre: Un Dios muy familiar
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo electo de Oviedo
El evangelio de este domingo navideño nos sitúa ante una escena de la Sagrada Familia. José discreto, Jesús en las cosas de su Padre y María guardando lo que entiende o no entiende en Dios dentro de su corazón. Dios no es un dios solitario, que se aburre en su sillón de nubes pescando con un mando a distancia algo en lo que entretenerse sin más. Dios es un Dios comunión, relación amorosa de tres Personas que se quieren: un Padre que ama al Hijo en el Espíritu, un Amante, un Amado y un Amor, como diría san Agustín. Y este Dios familiar, nos ha hecho a su imagen y semejanza. Sin familia el hombre se deshumaniza. Y por eso Dios, puesto a humanarse, no ha querido prescindir de esta realidad. Jesús, María y José, tienen una palabra que decirnos. Han querido vivir divinamente la aventura humana. Como dice Benedicto XVI, "la revelación bíblica es ante todo expresión de una historia de amor, la historia de la alianza de Dios con los hombres: por este motivo, la historia del amor y de la unión de un hombre y de una mujer en la alianza del matrimonio ha podido ser asumida por Dios como símbolo de la historia de la salvación". Pero no lo tuvo fácil la Sagrada Familia. Tuvo que afrontar el habitar un mundo muy condicionado por los proyectos ajenos al proyecto de Dios. El Hijo de Dios, ya desde el inicio de su andadura terrestre tendrá que habérselas con la inseguridad, la insidia, la hostilidad. La vida será amenazada no sólo en el final de un calvario, sino ya en el principio cuando la palabra y los gestos de esta nueva criatura, parecían lejanos de presentar un problema a todos los poderes establecidos. La vida del Mesías era preciso controlarla, y ante la imposibilidad de esto, era mejor eliminarla o, al menos, censurarla.
Hoy, ante esta vida de Dios que se ha manifestado no sólo hace dos mil años en Belén, sino que a diario se manifiesta en nosotros y entre nosotros, podemos preguntarnos qué tipos de censuras practicamos... ¡respecto del mismo Dios! Porque podemos ser creyentes de un Dios inofensivo, lejano; creyentes en un Dios con domicilio en cualquier panteón clásico, que no nos denuncie los malos vivires y que no nos anuncie cómo son los vivires buenos, un Dios que nos deje en paz. Hay muchas formas de censurar la vida, la vida que Dios es y que nos da, la vida que Dios pide de nosotros: abortos y eutanasias, injusticias y matanzas, egoísmos e insolidaridades. Aquella Santa Familia, como aquellos primeros cristianos, tratándose como eran tratados por Dios, fueron capaces de transformar el mundo... sacando al Dios desconocido de los panteones para reconocerlo en lo cotidiano, en los días laborables, en lo familiar de una vida humana.
Blog que trata de dejar encima de la mesa los temas del acontecer cotidiano de los ciudadanos y postear entradas de lecturas y/o imágenes que harán reflexionar a los lectores y/o entretenerlos.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Feliz Navidad
¡Feliz Navidad!
Les desea Humberto Enrique Matheus Velasco
Miguel Ángel Buonarroti, 1505, Tondo Pitti, Florencia, Museo del Bargello.
Maria, sentada sobre una piedra cuadrada, tiene en el regazo un libro abierto sobre el cual Jesús apoya el brazo derecho. Detrás de ellos, san Juan niño observa.
Y en el libro dice...
"Ha desnudado el Señor su santo brazo" (Is 52, 10).
"Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo" (Sal 98, 1).
"Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo " (Hb 1, 1-2).
"Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros" (Jn 1, 14).
"Juan da testimonio de él y clama: Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo". (Jn 1, 15).
"He aquí que yo pongo por fundamento en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental: quien tuviere fe en ella no vacilará." (Is 28, 16).
"La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido" (Sal 118, 22).
"Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo." (1Pe 2, 4-5).
Les desea Humberto Enrique Matheus Velasco
Miguel Ángel Buonarroti, 1505, Tondo Pitti, Florencia, Museo del Bargello.
Maria, sentada sobre una piedra cuadrada, tiene en el regazo un libro abierto sobre el cual Jesús apoya el brazo derecho. Detrás de ellos, san Juan niño observa.
Y en el libro dice...
"Ha desnudado el Señor su santo brazo" (Is 52, 10).
"Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo" (Sal 98, 1).
"Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo " (Hb 1, 1-2).
"Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros" (Jn 1, 14).
"Juan da testimonio de él y clama: Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo". (Jn 1, 15).
"He aquí que yo pongo por fundamento en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental: quien tuviere fe en ella no vacilará." (Is 28, 16).
"La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido" (Sal 118, 22).
"Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo." (1Pe 2, 4-5).
lunes, 16 de noviembre de 2009
Los católicos no somos unos cretinos
Messori: “Trato de demostrar que el cristiano no es un cretino”
El escritor católico más traducido presenta sus confesiones
ROMA, miércoles 11 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- En su último libro publicado en España, el apologeta de la razón Vittorio Messori, es el cazador cazado. Quien entrevistara a los dos últimos Papas para sendos libros, es ahora interrogado por el vaticanista Andrea Tornielli en un volumen titulado "Por qué creo" (LibrosLibres). Messori (Sassuolo, 1941) periodista y escritor italiano, es considerado como el escritor de temas católicos más traducido del mundo. Sus obras más influyentes han sido "Hipótesis sobre Jesús" (1977) e "Informe sobre la fe" (1987) (entrevista con el cardenal Joseph Ratzinger). Fue el primer periodista en publicar un libro entrevista con Juan Pablo II, que se publicó en un libro titulado "Cruzando el umbral de la esperanza" (1994).
--Al comienzo del libro, se le ve muy reticente a abrir su alma en canal, aunque ya está aceptado el reto de enfrentarse a las preguntas de Tornielli. ¿Ha sido tan duro como parece para usted enfrentarse a la sistematización de su vivencia de conversión?
--Vittorio Messori: He esperado muchos años antes de responder. Primero porque he escrito 23 libros, todos de investigación religiosa, pero siempre había rechazado contar mi conversión. Mis lectores saben que en mi vida hay un antes y un después. Saben que no he nacido católico y que he tenido una educación muy anticlerical y muy antirreligiosa. Y saben que ahora soy un católico "papista", ortodoxo, y tienen mucha curiosidad por saber cómo pasó. ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido en su vida? Cómo de anticlerical he pasado a ser un católico riguroso en el pensamiento, no tanto en la vida. Porque yo no me presento como un beato. Soy como todos, un pecador que hace muchas cosas incoherentes.
He sido muy celoso de mi vida íntima, no me he animado a contarla. Pero en efecto, la conversión es un misterio y es muy difícil contar un misterio. Mi trabajo está en las palabras, soy periodista y escritor, trabajo con ellas. Pero me resultaba muy difícil encontrar las necesarias para contar este misterio.
Finalmente me decidí a responder no sólo a la petición de los lectores, sino a la de este periodista, este colega, Andrea Tornielli, que para mí es el mejor vaticanista italiano, además de un gran periodista y escritor. Ahora me he decidido por primera vez a contarlo porque mi vida está dividida en dos, al pasar de la increencia a la fe.
--La edición española del libro "Por qué creo" (Libros Libres) tiene más de 350 páginas y, pese al impresionante recorrido por la experiencia, sigue quedando una duda. ¿Se puede abarcar la experiencia mística de una persona en letra impresa? ¿Es posible verbalizar todo el cambio intelectual y moral que experimenta un converso?
--Vittorio Messori: Este es uno de los motivos por los que siempre había dicho que no. Repito que el misterio es difícil de contar. No soy un místico, no soy un visionario. Siempre he sido una persona muy pragmática, muy concreta, muy racional. Pero, no sé por qué, hubo un periodo en mi vida, de unos dos meses en un verano, donde encontré una nueva dimensión en la que la verdad, que pensaba que no existía en mayúsculas, se me hizo evidente. Está en el Evangelio.
Yo era un buen estudiante, me encantaba estudiar y me preparaba no sólo para ser periodista, sino también profesor universitario y había leído muchísimos libros, pero ese pequeño libro que es el Evangelio no lo había leído. No sospechaba que en él estuviera la Verdad.
Ahora he continuado usando la razón como antes, pero abierto al misterio. Mis maestros me enseñaron a usar la razón pura, pero he descubierto que usándola, al final de la razón siempre se llega al misterio. En todos mis libros he buscado razonar. No he trabajado la predicación, la espiritualidad, la homilía. Trato de ayudar al lector a razonar sobre la fe y al final, apostar por la veracidad de la fe.
--Aunque su conversión parece ligada también a un "hecho extraordinario", usted no lo alega como argumento, buscando razones objetivas y fundamentos históricos objetivos para la credibilidad de la Iglesia. ¿Qué opina de la apologética basada no tanto en la racionalidad de la fe como en las experiencias y vivencias individuales?
--Vittorio Messori: No hay contradicción entre las dos. La verdad de la fe se comprende razonando y viviendo. Hace cuarenta años de mi "fractura" y en este tiempo he razonado y estudiado mucho, pero sobre todo he vivido y he encontrado que el fruto de mi razonamiento encontraba sentido en la vida completa. El Evangelio cuenta que los discípulos preguntaron a Jesús quién era. Él no les da sermones, no les ofrece razonamientos, les decía: "Ven y sígueme". Ven conmigo, vive conmigo y verás que soy el Mesías. El cristianismo no es una filosofía, no es una ideología. Es un encuentro de dos personas.
--En el libro se desprende cierto pesar por el abandono de sus antiguos maestros, los que le introdujeron en el camino del agnosticismo. ¿Se sintió traicionado por quienes defendían la razón como única base posible, cuando esa misma racionalidad es el eje de su llegada a la fe?
--Vittorio Messori: Para mí la fe fue una sorpresa. No la buscaba, estaba bien. No tenía ninguna preocupación religiosa. Me bastaba la cultura laicista y racionalista de mis maestros. No deseaba ser católico. La fe no me ha resuelto los problemas de la vida. Al revés, me la complicó. Porque yo venía de una familia no creyente. Estudié en una escuela más que laica, laicista. Me preparé para ser periodista, siempre tuve una gran vocación. Pero periodista de asuntos políticos, sociales y económicos. En mi último año de universidad tenía la vida programada y tuve que cambiar por completo el programa. A mis padres les pareció que me había vuelto loco y mis profesores se mostraron atribulados y decepcionados. Pensaban que "lo mío" tendría que ver con una depresión nerviosa. ¡Cómo un discípulo de nuestro laicismo se puede hacer católico! Fue muy duro, porque uno puede pensar que la fe resuelve todos los problemas.
Por supuesto que estoy muy contento y feliz de tener problemas, pero efectivamente fue una ruptura grande. En todo caso, he tenido la fortuna de trabajar para grandes periódicos como La Stampa, el diario de la FIAT y también con Il Corriere de la Sera. Pero siempre hablando de asuntos religiosos, que es lo contrario que yo pensaba en un principio. Al final encontré mi sitio, pero fue duro cambiar por completo mis planes.
--Vayamos pues con una cuestión de actualidad. ¿Cómo valora que el Tribunal de Derechos humanos de Estrasburgo acabe de sentenciar que las escuelas italianas deben eliminar los crucifijos de las paredes de sus aulas porque su presencia puede perturbar a los niños que no son cristianos?
--Vittorio Messori: El concordato entre el Estado Italiano y la Iglesia dice que en las escuelas y tribunales debe estar presente la cruz y está en perfecta sintonía con la Constitución italiana. La decisión me entristece pero no me escandaliza.
Me entristece porque estos funcionarios [los jueces] no se han enterado de nada porque la cruz desde hace mucho tiempo es más que un símbolo religioso, es un símbolo humano, de la injusticia, del sufrimiento y de la esperanza. La posición laicista sobre el cruicifijo es absurda, porque la negación de las raíces cristianas de Europa no es un pecado contra la religión sino contra la historia. Sin san Benito o los papas del medievo no existiría Europa. Es un pecado contra la historia.
No me escandaliza, porque creo que la cristiandad de masas está terminada. Jesús dice que sus discípulos serán siempre un pequeño grupo. No soy un nostálgico de la cristiandad de masas, de la España de la Inquisición, de que el 90 por ciento de la gente vaya el domingo a misa. Creo que, como dice Benedicto XVI, los cristianos debemos descubrir nuestra propia vocación.
--Multitud de sus respuestas concluyen haciendo una defensa del "et-et" (esto y aquello), frente al "aut-aut" (o esto o aquello), como característica esencial del catolicismo: es la idea de que "todo cabe" en la Iglesia, como explicación de su insondable riqueza. Pero ¿dónde está el límite entre lo que cabe dentro de la Iglesia en alguna interpretación, y lo que no cabe por ser contrario a ella?
--Vittorio Messori: El principio fundamental del catolicismo, por decirlo en latín, es el "et-et", frente al principio de la herejía "aut-aut". Pensemos en el protestantismo, que es un "aut-aut": O la Biblia, o la tradición. O Jesucristo o la Virgen y los santos. O la gracia o el libre arbitrio. O Cristo o el Papa. La herejía del protestantismo elige o esto o aquello. Mientras que el lema del católico es "lo quiero todo": el Papa y la Biblia; Jesús y la Madre; la gracia divina y la libertad del hombre: el Evangelio y la Iglesia.
Ahora, creo que el católico debe descubrir esta síntesis de acoger todo lo que es bueno. Esto es muy importante porque hoy hay mucho catolicismo abonado al "aut-aut". El título de mi próximo libro será "Queremos todo".
--Es usted un defensor de la racionalidad de la Fe, de la existencia de motivos sólidos y casi científicos para la credibilidad de la Iglesia, y al mismo tiempo un defensor de los milagros, un propagandista de las apariciones de la Virgen... Esto un católico lo entiende bien, pero ¿cómo se lo explica a un ateo?
--Vittorio Messori: No existe contradicción entre la fe y la razón. No hay una batalla. La fe es el punto de llegada de la razón usada hasta el final. Estoy muy agradecido de lo que me enseñaron mis maestros universitarios, aunque luego renegaron de mí. Yo no he renegado de ellos, porque me habituaron a usar la razón y ser creyente no significa renunciar a la razón, sino usarla al máximo.
A estos maestros, a los que estimo, les achaco el haber convertido la razón en una ideología, el racionalismo, donde no hay nada más allá de la razón. Han de comprender que hay cosas más allá de la razón, que no están contra ella. Y les anima usarla hasta el final.
Yo he escrito mucho sobre las apariciones de Lourdes y ahora estoy terminando otro volumen sobre el asunto. Pero no es un libro de explicaciones sobrenaturales, sino que indago sobre el plano histórico las apariciones. Al final, me debo rendir ante el hecho de que la historia investigada a fondo lleva al misterio.
La mitad de mis lectores en Italia son creyentes, y la otra mitad no. La mayoría de estos últimos no están de acuerdo con mis conclusiones, pero siguen con agrado el razonamiento. Lo que trato de demostrar es que el cristiano no es un cretino, no es alguien que renuncia a usar la razón. El cristiano es quien usando la razón, rompe los muros del racionalismo para llegar a una realidad cierta que es más grande que nuestra propia razón.
--Al comienzo del libro, se le ve muy reticente a abrir su alma en canal, aunque ya está aceptado el reto de enfrentarse a las preguntas de Tornielli. ¿Ha sido tan duro como parece para usted enfrentarse a la sistematización de su vivencia de conversión?
--Vittorio Messori: He esperado muchos años antes de responder. Primero porque he escrito 23 libros, todos de investigación religiosa, pero siempre había rechazado contar mi conversión. Mis lectores saben que en mi vida hay un antes y un después. Saben que no he nacido católico y que he tenido una educación muy anticlerical y muy antirreligiosa. Y saben que ahora soy un católico "papista", ortodoxo, y tienen mucha curiosidad por saber cómo pasó. ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido en su vida? Cómo de anticlerical he pasado a ser un católico riguroso en el pensamiento, no tanto en la vida. Porque yo no me presento como un beato. Soy como todos, un pecador que hace muchas cosas incoherentes.
He sido muy celoso de mi vida íntima, no me he animado a contarla. Pero en efecto, la conversión es un misterio y es muy difícil contar un misterio. Mi trabajo está en las palabras, soy periodista y escritor, trabajo con ellas. Pero me resultaba muy difícil encontrar las necesarias para contar este misterio.
Finalmente me decidí a responder no sólo a la petición de los lectores, sino a la de este periodista, este colega, Andrea Tornielli, que para mí es el mejor vaticanista italiano, además de un gran periodista y escritor. Ahora me he decidido por primera vez a contarlo porque mi vida está dividida en dos, al pasar de la increencia a la fe.
--La edición española del libro "Por qué creo" (Libros Libres) tiene más de 350 páginas y, pese al impresionante recorrido por la experiencia, sigue quedando una duda. ¿Se puede abarcar la experiencia mística de una persona en letra impresa? ¿Es posible verbalizar todo el cambio intelectual y moral que experimenta un converso?
--Vittorio Messori: Este es uno de los motivos por los que siempre había dicho que no. Repito que el misterio es difícil de contar. No soy un místico, no soy un visionario. Siempre he sido una persona muy pragmática, muy concreta, muy racional. Pero, no sé por qué, hubo un periodo en mi vida, de unos dos meses en un verano, donde encontré una nueva dimensión en la que la verdad, que pensaba que no existía en mayúsculas, se me hizo evidente. Está en el Evangelio.
Yo era un buen estudiante, me encantaba estudiar y me preparaba no sólo para ser periodista, sino también profesor universitario y había leído muchísimos libros, pero ese pequeño libro que es el Evangelio no lo había leído. No sospechaba que en él estuviera la Verdad.
Ahora he continuado usando la razón como antes, pero abierto al misterio. Mis maestros me enseñaron a usar la razón pura, pero he descubierto que usándola, al final de la razón siempre se llega al misterio. En todos mis libros he buscado razonar. No he trabajado la predicación, la espiritualidad, la homilía. Trato de ayudar al lector a razonar sobre la fe y al final, apostar por la veracidad de la fe.
--Aunque su conversión parece ligada también a un "hecho extraordinario", usted no lo alega como argumento, buscando razones objetivas y fundamentos históricos objetivos para la credibilidad de la Iglesia. ¿Qué opina de la apologética basada no tanto en la racionalidad de la fe como en las experiencias y vivencias individuales?
--Vittorio Messori: No hay contradicción entre las dos. La verdad de la fe se comprende razonando y viviendo. Hace cuarenta años de mi "fractura" y en este tiempo he razonado y estudiado mucho, pero sobre todo he vivido y he encontrado que el fruto de mi razonamiento encontraba sentido en la vida completa. El Evangelio cuenta que los discípulos preguntaron a Jesús quién era. Él no les da sermones, no les ofrece razonamientos, les decía: "Ven y sígueme". Ven conmigo, vive conmigo y verás que soy el Mesías. El cristianismo no es una filosofía, no es una ideología. Es un encuentro de dos personas.
--En el libro se desprende cierto pesar por el abandono de sus antiguos maestros, los que le introdujeron en el camino del agnosticismo. ¿Se sintió traicionado por quienes defendían la razón como única base posible, cuando esa misma racionalidad es el eje de su llegada a la fe?
--Vittorio Messori: Para mí la fe fue una sorpresa. No la buscaba, estaba bien. No tenía ninguna preocupación religiosa. Me bastaba la cultura laicista y racionalista de mis maestros. No deseaba ser católico. La fe no me ha resuelto los problemas de la vida. Al revés, me la complicó. Porque yo venía de una familia no creyente. Estudié en una escuela más que laica, laicista. Me preparé para ser periodista, siempre tuve una gran vocación. Pero periodista de asuntos políticos, sociales y económicos. En mi último año de universidad tenía la vida programada y tuve que cambiar por completo el programa. A mis padres les pareció que me había vuelto loco y mis profesores se mostraron atribulados y decepcionados. Pensaban que "lo mío" tendría que ver con una depresión nerviosa. ¡Cómo un discípulo de nuestro laicismo se puede hacer católico! Fue muy duro, porque uno puede pensar que la fe resuelve todos los problemas.
Por supuesto que estoy muy contento y feliz de tener problemas, pero efectivamente fue una ruptura grande. En todo caso, he tenido la fortuna de trabajar para grandes periódicos como La Stampa, el diario de la FIAT y también con Il Corriere de la Sera. Pero siempre hablando de asuntos religiosos, que es lo contrario que yo pensaba en un principio. Al final encontré mi sitio, pero fue duro cambiar por completo mis planes.
--Vayamos pues con una cuestión de actualidad. ¿Cómo valora que el Tribunal de Derechos humanos de Estrasburgo acabe de sentenciar que las escuelas italianas deben eliminar los crucifijos de las paredes de sus aulas porque su presencia puede perturbar a los niños que no son cristianos?
--Vittorio Messori: El concordato entre el Estado Italiano y la Iglesia dice que en las escuelas y tribunales debe estar presente la cruz y está en perfecta sintonía con la Constitución italiana. La decisión me entristece pero no me escandaliza.
Me entristece porque estos funcionarios [los jueces] no se han enterado de nada porque la cruz desde hace mucho tiempo es más que un símbolo religioso, es un símbolo humano, de la injusticia, del sufrimiento y de la esperanza. La posición laicista sobre el cruicifijo es absurda, porque la negación de las raíces cristianas de Europa no es un pecado contra la religión sino contra la historia. Sin san Benito o los papas del medievo no existiría Europa. Es un pecado contra la historia.
No me escandaliza, porque creo que la cristiandad de masas está terminada. Jesús dice que sus discípulos serán siempre un pequeño grupo. No soy un nostálgico de la cristiandad de masas, de la España de la Inquisición, de que el 90 por ciento de la gente vaya el domingo a misa. Creo que, como dice Benedicto XVI, los cristianos debemos descubrir nuestra propia vocación.
--Multitud de sus respuestas concluyen haciendo una defensa del "et-et" (esto y aquello), frente al "aut-aut" (o esto o aquello), como característica esencial del catolicismo: es la idea de que "todo cabe" en la Iglesia, como explicación de su insondable riqueza. Pero ¿dónde está el límite entre lo que cabe dentro de la Iglesia en alguna interpretación, y lo que no cabe por ser contrario a ella?
--Vittorio Messori: El principio fundamental del catolicismo, por decirlo en latín, es el "et-et", frente al principio de la herejía "aut-aut". Pensemos en el protestantismo, que es un "aut-aut": O la Biblia, o la tradición. O Jesucristo o la Virgen y los santos. O la gracia o el libre arbitrio. O Cristo o el Papa. La herejía del protestantismo elige o esto o aquello. Mientras que el lema del católico es "lo quiero todo": el Papa y la Biblia; Jesús y la Madre; la gracia divina y la libertad del hombre: el Evangelio y la Iglesia.
Ahora, creo que el católico debe descubrir esta síntesis de acoger todo lo que es bueno. Esto es muy importante porque hoy hay mucho catolicismo abonado al "aut-aut". El título de mi próximo libro será "Queremos todo".
--Es usted un defensor de la racionalidad de la Fe, de la existencia de motivos sólidos y casi científicos para la credibilidad de la Iglesia, y al mismo tiempo un defensor de los milagros, un propagandista de las apariciones de la Virgen... Esto un católico lo entiende bien, pero ¿cómo se lo explica a un ateo?
--Vittorio Messori: No existe contradicción entre la fe y la razón. No hay una batalla. La fe es el punto de llegada de la razón usada hasta el final. Estoy muy agradecido de lo que me enseñaron mis maestros universitarios, aunque luego renegaron de mí. Yo no he renegado de ellos, porque me habituaron a usar la razón y ser creyente no significa renunciar a la razón, sino usarla al máximo.
A estos maestros, a los que estimo, les achaco el haber convertido la razón en una ideología, el racionalismo, donde no hay nada más allá de la razón. Han de comprender que hay cosas más allá de la razón, que no están contra ella. Y les anima usarla hasta el final.
Yo he escrito mucho sobre las apariciones de Lourdes y ahora estoy terminando otro volumen sobre el asunto. Pero no es un libro de explicaciones sobrenaturales, sino que indago sobre el plano histórico las apariciones. Al final, me debo rendir ante el hecho de que la historia investigada a fondo lleva al misterio.
La mitad de mis lectores en Italia son creyentes, y la otra mitad no. La mayoría de estos últimos no están de acuerdo con mis conclusiones, pero siguen con agrado el razonamiento. Lo que trato de demostrar es que el cristiano no es un cretino, no es alguien que renuncia a usar la razón. El cristiano es quien usando la razón, rompe los muros del racionalismo para llegar a una realidad cierta que es más grande que nuestra propia razón.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Autor: Lucrecia Rego de Planas | Fuente: Catholic.net La Autoestima, una trampa para el amor | |||
A través de la Sagrada Escritura,la Tradición,el Magisterio,la vida de los santos y la teología Tomista, la autora demuestra la incompatibilidad de las teorías psicológicas de la autoestima con el cristianismo | |||
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sábado, 1 de agosto de 2009
Viaje al Chavismo
VIAJE AL CHAVISMO...
Documental realizado por POPULAR TV de España.
http://www.youtube.com/watch?v=lDVzCGU0Lrs
Documental realizado por POPULAR TV de España.
http://www.youtube.com/watch?v=lDVzCGU0Lrs
TE BUSCO, SEÑOR
Aunque lo haga de una forma equivocada,
e incluso, a veces porque me das lo que me conviene.
Pero créeme, Señor, que te busco porque te quiero.
Aunque a veces la cruz me pese demasiado
Aunque, en otros momentos,
no entienda en algo o en mucho tus misterios
Aunque, la vida terrena,
me guste más que aquella que en el cielo me espera
TE BUSCO, SEÑOR
No por lo que me das, aunque me lo ofrezcas
No porque me acompañas, que te lo agradezco
No porque me iluminas,
aunque a veces prefiera vivir en la oscuridad
Sólo sé, Señor, que te busco.
En cada día y en cada acontecimiento
En la escasez y en la abundancia
En el llanto y en la sonrisa
Cuando las cosas vienen de frente
y, cuando el suelo por debajo de mis pies,
se abre en un peligroso boquete
TE BUSCO, SEÑOR
Aunque mi fe no sea sólida
y, a veces, exija pruebas de tu presencia
Aunque dude, y a continuación,
te de la espalda y no pueda defenderte
Aunque no trabaje demasiado
por tu causa y por tu Evangelio
Sólo sé, Señor, que no dejo de buscarte
Que no dejo de quererte
Que no dejo de de pensar
que, sin Ti, mi vida sea muy diferente.
Gracias, Señor
e incluso, a veces porque me das lo que me conviene.
Pero créeme, Señor, que te busco porque te quiero.
Aunque a veces la cruz me pese demasiado
Aunque, en otros momentos,
no entienda en algo o en mucho tus misterios
Aunque, la vida terrena,
me guste más que aquella que en el cielo me espera
TE BUSCO, SEÑOR
No por lo que me das, aunque me lo ofrezcas
No porque me acompañas, que te lo agradezco
No porque me iluminas,
aunque a veces prefiera vivir en la oscuridad
Sólo sé, Señor, que te busco.
En cada día y en cada acontecimiento
En la escasez y en la abundancia
En el llanto y en la sonrisa
Cuando las cosas vienen de frente
y, cuando el suelo por debajo de mis pies,
se abre en un peligroso boquete
TE BUSCO, SEÑOR
Aunque mi fe no sea sólida
y, a veces, exija pruebas de tu presencia
Aunque dude, y a continuación,
te de la espalda y no pueda defenderte
Aunque no trabaje demasiado
por tu causa y por tu Evangelio
Sólo sé, Señor, que no dejo de buscarte
Que no dejo de quererte
Que no dejo de de pensar
que, sin Ti, mi vida sea muy diferente.
Gracias, Señor
Los diez sitios más desagradables de internet
El decálogo repugnante: los diez sitios más desagradables de la web.
Internet de por sí es desagradable. Es más: la comunicación es desagradable y ni hablemos del herético invento de Gutenberg. Una página web aun más execrable junta todo lo peor con una fétida pala y lo ofrece al impío navegante que gusta revolverse en las tripas malolientes de la morbidez digital. El primer sitio que menciona este nauseabundo decálogo es Bloody-Disgusting. Ahí se pueden ver las escenas más sangrientas, más asquerosas o más indecentes de películas que en su mayoría son malísimas. Así que en vez de gastar plata alquilándolas uno puede ver la parte en la que le cortan la cabeza a un desprevenido con una vainilla mojada en vómito o cosas así.El segundo del decálogo existe gracias al esfuerzo de la Mercer University School of Medicine y la University of Utah. Allí pueden verse órganos, apéndices y otros chinchulines fuera de la anatomía de sus propietarios originales. Una de las fotos favoritas es la de la válvula triscúspide, pero como hay gustos para todo puede entrar Ud. mismo y elegir la válvula de su preferencia.Tampoco tiene desperdicio Neuticles un sitio sobre la castración canina que educa acerca de la benevolencia de volver a insertarle testículos de silicona al pobre perro capado, cuya bolsa escrotal de otro modo quedaría vacía e insustancial. Como esta nota.Para quienes tengan un estómago fuerte, he aquí Los Diez Sitios Más Desagradables.
Internet de por sí es desagradable. Es más: la comunicación es desagradable y ni hablemos del herético invento de Gutenberg. Una página web aun más execrable junta todo lo peor con una fétida pala y lo ofrece al impío navegante que gusta revolverse en las tripas malolientes de la morbidez digital. El primer sitio que menciona este nauseabundo decálogo es Bloody-Disgusting. Ahí se pueden ver las escenas más sangrientas, más asquerosas o más indecentes de películas que en su mayoría son malísimas. Así que en vez de gastar plata alquilándolas uno puede ver la parte en la que le cortan la cabeza a un desprevenido con una vainilla mojada en vómito o cosas así.El segundo del decálogo existe gracias al esfuerzo de la Mercer University School of Medicine y la University of Utah. Allí pueden verse órganos, apéndices y otros chinchulines fuera de la anatomía de sus propietarios originales. Una de las fotos favoritas es la de la válvula triscúspide, pero como hay gustos para todo puede entrar Ud. mismo y elegir la válvula de su preferencia.Tampoco tiene desperdicio Neuticles un sitio sobre la castración canina que educa acerca de la benevolencia de volver a insertarle testículos de silicona al pobre perro capado, cuya bolsa escrotal de otro modo quedaría vacía e insustancial. Como esta nota.Para quienes tengan un estómago fuerte, he aquí Los Diez Sitios Más Desagradables.
Un queso en el espacio
Hubo monos, humanos y toda clase de dispositivos... era hora que mandaran un queso al espacio.
Al parecer un queso chedar podría haberse perdido en el espacio. Según explicó Dom Lane, de la West Country Farmhouse Cheesemakers, lo lanzaron en una cápsula dentro de un globo meteorológico.Los organizadores habían dotado al producto lácteo de un GPS pero perdieron comunicación y no tienen idea de dónde podría estar. Teniendo en cuenta que el globo meteorológico llegó hasta el espacio y allí debía soltar el queso, si no quedó flotando en el espacio exterior podría caer -suponen- casi en cualquier zona de Gran Bretaña."Nos parecía apropiado, ya que se celebró el aniversario del alunizaje, mandar un representante de la raza quesuna", explicó Philip Crawford, directivo de la empresa.
Al parecer un queso chedar podría haberse perdido en el espacio. Según explicó Dom Lane, de la West Country Farmhouse Cheesemakers, lo lanzaron en una cápsula dentro de un globo meteorológico.Los organizadores habían dotado al producto lácteo de un GPS pero perdieron comunicación y no tienen idea de dónde podría estar. Teniendo en cuenta que el globo meteorológico llegó hasta el espacio y allí debía soltar el queso, si no quedó flotando en el espacio exterior podría caer -suponen- casi en cualquier zona de Gran Bretaña."Nos parecía apropiado, ya que se celebró el aniversario del alunizaje, mandar un representante de la raza quesuna", explicó Philip Crawford, directivo de la empresa.
Benedicto XVI ha convocado un Año Sacerdotal
Con motivo del 150º aniversario del día del tránsito al cielo de San Juan María Vianney, Su Santidad Benedicto XVI ha convocado un Año Sacerdotal. Estas palabras contenidas en una carta que ha enviado a todos los presbíteros del mundo, nos puede ayudar a encaminar nuestra oración por todos ellos y, de manera especial, por nuestro párroco:
"Confío este Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite en cada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la tarea del Santo Cura de Ars. Con su ferviente vida de oración y su apasionado amor a Jesús crucificado, Juan María Vianney alimentó su entrega cotidiana sin reservas a Dios y a la Iglesia. Que su ejemplo fomente en los sacerdotes el testimonio de unidad con el Obispo, entre ellos y con los laicos, tan necesario hoy como siempre. A pesar del mal que hay en el mundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en el Cenáculo: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza el futuro. Queridos sacerdotes, Cristo cuenta con vosotros. A ejemplo del Santo Cura de Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".
(Vaticano, 16 de junio de 2009)
"Confío este Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite en cada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la tarea del Santo Cura de Ars. Con su ferviente vida de oración y su apasionado amor a Jesús crucificado, Juan María Vianney alimentó su entrega cotidiana sin reservas a Dios y a la Iglesia. Que su ejemplo fomente en los sacerdotes el testimonio de unidad con el Obispo, entre ellos y con los laicos, tan necesario hoy como siempre. A pesar del mal que hay en el mundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en el Cenáculo: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza el futuro. Queridos sacerdotes, Cristo cuenta con vosotros. A ejemplo del Santo Cura de Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".
(Vaticano, 16 de junio de 2009)
Médicos
El médico le dice a su paciente en tono muy enérgico:
-En los próximos meses nada de fumar, nada de beber, nada de salir con mujeres ni ir a comer a esos restaurantes caros, y nada de viajes ni vacaciones.
-¿Hasta que me recupere doctor?
-¡No, hasta que me pague todo lo que me debe!
Citas célebres
Consejos para mejorar la relación de pareja
Mejorando el Vínculo
Estar en pareja es una de las experiencias más ricas y complejas que podemos vivir. La pareja es el resultado de la relación de dos individuos que se encuentran en una situación de intimidad única. Dicho de otro modo: dos mundos se encuentran. Por que cada uno tiene una historia personal y familiar, una educación específica, una manera de ver el mundo, unas experiencias vitales que los hacen únicos. Y eso implica una gran complejidad, una gran diversidad, un gran desafío. Entonces cuando dos personas se relacionan, se relacionan dos mundos, dos maneras distintas de ver y valorar la Vida.Si bien este es un fenómeno humano riquísimo, implica también el riesgo de que en algún momento surjan problemas para los que es mejor estar preparados.
Aquí esbozamos muy brevemente algunos consejos para tomar en cuenta:
* OBJETIVOS COMUNES: una pareja ha de tener objetivos comunes para poder evolucionar. Metas que ayuden a alinear fuerzas y voluntades. Estas metas dan sentido y dirección. Permiten que se desarrollen emociones, ideas y esfuerzos comunes que fortalecen el vínculo.
* LIDEAR CON LA RUTINA: un obstáculo clásico de toda relación larga es la aparición de la desagradable y desgastante rutina.Nunca serán demasiadas las energías que se inviertan en crear estrategias que ayuden a vencer a este despiadado enemigo que se inmiscuye silenciosamente en la pareja, dañándola y envenenándola, si sus miembros no lo advierten a tiempo.
* DAR Y RECIBIR: una delicada armonía se necesita en esta área de la relación. Dar y recibir objetos, caricias, emociones, palabras de aliento, de apoyo, críticas saludables. Un ejercicio sutil, donde el desequilibrio genera desajustes de poder dentro de la relación, con consecuencias nefastas para ambos.
* ADMIRACIÓN Y RESPETO: que la convivencia o la costumbre no te vuelvan ciego. Por que así dejarías de ver por que te enamoraste de esa persona. Nunca pierdas el respeto, por que confianza significa sensibilidad y conocimiento del otro, pero no descuido, falta de tacto o consideración.
* CUIDADO PERSONAL Y CUIDADO DEL VÍNCULO: un dinámico y sutil equilibrio entre cuidarme y enriquecerme como individuo, sin descuidar a la pareja. Y un interés deliberado por alimentar la relación sin descuidarme a mi mismo ha de ensayarse día a día. Ni el egoísmo que “se corta sólo”, ni la fusión irresponsable dónde le cargamos al otro con la responsabilidad de hacernos felices…
* COMUNICACIÓN: es de vital importancia en una pareja sana y responsable ejercitar la comunicación en todos los niveles. En lo sexual-corporal, por que la relación sexual es una forma de comunicación. En lo emocional, por que la ternura y los enojos forman parte de la comunicación. En lo psicológico-individual por que mi pareja NECESITA saber de mis deseos y necesidades, de mis gustos o disgustos con respecto a todo lo que atañe a la relación, y por que yo necesito saber lo mismo de mi amada/o. Para lo que necesito aprender a escuchar y aprender a decir las cosas correctamente.
* AMISTAD/COMPAÑERISMO: este es uno de los puntos claves de toda relación de pareja. Una profunda amistad, una gran intimidad física, emocional, psicológica y espiritual. El acompañarse mutuamente en el placer y las necesidades, en los dolores y las alegrías. Estar en pareja es entre otras cosas tener la capacidad de atravesar innumerables experiencias de toda naturaleza a lo largo del tiempo.Todo lo que ayude a reforzar la amistad y el compañerismo será de inmensa ayuda para el vínculo.
* APRENDER A DISCUTIR: ya que las peleas y las discusiones son una parte natural e inevitable de la vida en pareja, es necesario que podamos aprender a decir lo desagradable, a opinar y sentir diferente sin llegar al agravio. Un gran desafío: pelear “sin que la sangre llegue al río”.
* SEXUALIDAD: es un área muy sensible y de inmensa importancia en todo vínculo. La sexualidad pide conciencia y diálogo. Es importante evitar la rutina, el automatismo, la arbitrariedad y toda conducta abusiva o de indiferencia. Los miembros de la pareja necesitan estar dispuestos a dialogar francamente sobre lo que les gusta y disgusta, sobre sus miedos y fantasías y sobre todo aquello que incremente y enriquezca la intimidad y la confianza en el vínculo.
* DIFERENCIAR LA INTENSIDAD DE LA PLENITUD: un error muy común es confundir las experiencias intensas con plenitud. Para combatir la rutina la pareja puede crear situaciones en las que se ve impulsada a la búsqueda de experiencias intensas. En general son experiencias vacías, que producen desgaste y exponen riesgosamente a los participantes. La plenitud en cambio, es una vivencia cargada de sentido y de conciencia que enriquece sin poner en riesgo la relación.
Estar en pareja es una de las experiencias más ricas y complejas que podemos vivir. La pareja es el resultado de la relación de dos individuos que se encuentran en una situación de intimidad única. Dicho de otro modo: dos mundos se encuentran. Por que cada uno tiene una historia personal y familiar, una educación específica, una manera de ver el mundo, unas experiencias vitales que los hacen únicos. Y eso implica una gran complejidad, una gran diversidad, un gran desafío. Entonces cuando dos personas se relacionan, se relacionan dos mundos, dos maneras distintas de ver y valorar la Vida.Si bien este es un fenómeno humano riquísimo, implica también el riesgo de que en algún momento surjan problemas para los que es mejor estar preparados.
Aquí esbozamos muy brevemente algunos consejos para tomar en cuenta:
* OBJETIVOS COMUNES: una pareja ha de tener objetivos comunes para poder evolucionar. Metas que ayuden a alinear fuerzas y voluntades. Estas metas dan sentido y dirección. Permiten que se desarrollen emociones, ideas y esfuerzos comunes que fortalecen el vínculo.
* LIDEAR CON LA RUTINA: un obstáculo clásico de toda relación larga es la aparición de la desagradable y desgastante rutina.Nunca serán demasiadas las energías que se inviertan en crear estrategias que ayuden a vencer a este despiadado enemigo que se inmiscuye silenciosamente en la pareja, dañándola y envenenándola, si sus miembros no lo advierten a tiempo.
* DAR Y RECIBIR: una delicada armonía se necesita en esta área de la relación. Dar y recibir objetos, caricias, emociones, palabras de aliento, de apoyo, críticas saludables. Un ejercicio sutil, donde el desequilibrio genera desajustes de poder dentro de la relación, con consecuencias nefastas para ambos.
* ADMIRACIÓN Y RESPETO: que la convivencia o la costumbre no te vuelvan ciego. Por que así dejarías de ver por que te enamoraste de esa persona. Nunca pierdas el respeto, por que confianza significa sensibilidad y conocimiento del otro, pero no descuido, falta de tacto o consideración.
* CUIDADO PERSONAL Y CUIDADO DEL VÍNCULO: un dinámico y sutil equilibrio entre cuidarme y enriquecerme como individuo, sin descuidar a la pareja. Y un interés deliberado por alimentar la relación sin descuidarme a mi mismo ha de ensayarse día a día. Ni el egoísmo que “se corta sólo”, ni la fusión irresponsable dónde le cargamos al otro con la responsabilidad de hacernos felices…
* COMUNICACIÓN: es de vital importancia en una pareja sana y responsable ejercitar la comunicación en todos los niveles. En lo sexual-corporal, por que la relación sexual es una forma de comunicación. En lo emocional, por que la ternura y los enojos forman parte de la comunicación. En lo psicológico-individual por que mi pareja NECESITA saber de mis deseos y necesidades, de mis gustos o disgustos con respecto a todo lo que atañe a la relación, y por que yo necesito saber lo mismo de mi amada/o. Para lo que necesito aprender a escuchar y aprender a decir las cosas correctamente.
* AMISTAD/COMPAÑERISMO: este es uno de los puntos claves de toda relación de pareja. Una profunda amistad, una gran intimidad física, emocional, psicológica y espiritual. El acompañarse mutuamente en el placer y las necesidades, en los dolores y las alegrías. Estar en pareja es entre otras cosas tener la capacidad de atravesar innumerables experiencias de toda naturaleza a lo largo del tiempo.Todo lo que ayude a reforzar la amistad y el compañerismo será de inmensa ayuda para el vínculo.
* APRENDER A DISCUTIR: ya que las peleas y las discusiones son una parte natural e inevitable de la vida en pareja, es necesario que podamos aprender a decir lo desagradable, a opinar y sentir diferente sin llegar al agravio. Un gran desafío: pelear “sin que la sangre llegue al río”.
* SEXUALIDAD: es un área muy sensible y de inmensa importancia en todo vínculo. La sexualidad pide conciencia y diálogo. Es importante evitar la rutina, el automatismo, la arbitrariedad y toda conducta abusiva o de indiferencia. Los miembros de la pareja necesitan estar dispuestos a dialogar francamente sobre lo que les gusta y disgusta, sobre sus miedos y fantasías y sobre todo aquello que incremente y enriquezca la intimidad y la confianza en el vínculo.
* DIFERENCIAR LA INTENSIDAD DE LA PLENITUD: un error muy común es confundir las experiencias intensas con plenitud. Para combatir la rutina la pareja puede crear situaciones en las que se ve impulsada a la búsqueda de experiencias intensas. En general son experiencias vacías, que producen desgaste y exponen riesgosamente a los participantes. La plenitud en cambio, es una vivencia cargada de sentido y de conciencia que enriquece sin poner en riesgo la relación.
domingo, 26 de julio de 2009
El libro de las horas
Apágame los ojos: puedo verte;
ciérrame las orejas: puedo oírte,
y sin pies puedo andar hacia ti,
y aun sin boca puedo invocarte.
Arráncame los brazos y te asiré
con el corazón como con una mano,
detén mi corazón y latirá mi cerebro,
y si incendias mi cerebro te llevaré en mi sangre.
Rainer Maria Rilke." El libro de las horas".
ciérrame las orejas: puedo oírte,
y sin pies puedo andar hacia ti,
y aun sin boca puedo invocarte.
Arráncame los brazos y te asiré
con el corazón como con una mano,
detén mi corazón y latirá mi cerebro,
y si incendias mi cerebro te llevaré en mi sangre.
Rainer Maria Rilke." El libro de las horas".
sábado, 25 de julio de 2009
APRENDER DE LOS ERRORES Y LLORAR A LOS MUERTOS
Vivir en una sociedad mediática y globalizada tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Usted puede saber si su hija, que está de vacaciones en Wisconsin, se ha puesto el vestido verde que le regaló, porque sus amigas ya le han subido una foto a Facebook esta misma mañana. Pero, por el mismo motivo, y empleando los mismos medios, cualquier error que usted cometa pueda conocerse en el mundo entero a los dos minutos de haberse perpetrado, y entonces se verá usted con sus miserias al aire ante millones de personas y deseará haber nacido en el Paleolítico, donde eso no era posible.
Pienso en la enfermera que cometió el error causante de la muerte del niño Rayan. Parece que su equivocación está fuera de toda duda. Fue una confusión estúpida, elemental: tomar una bolsa por otra, conectarla a una vía en lugar de a la otra... Se trata del mismo tipo de “patinazo neuronal” que nos lleva una mañana a poner sal en el café o a introducir las llaves del coche en la puerta de casa, pero con consecuencias infinitamente más graves. Es fácil decir que, teniendo entre manos un trabajo tan delicado como es el de una enfermera, se le debe pedir que preste más atención que la que pone en juego al servirse el café por la mañana. Pero, ¿es siempre posible? Un mismo trabajo, realizado día tras día, genera automatismos de manera inevitable, y los automatismos son fuente de innumerables errores. Supongamos que, en lugar de una persona, se tratase de una máquina. Sabemos que las máquinas tienen un margen de error, y por eso solemos cubrir esos márgenes cuando la tarea que desempeñan es trascendente. Probablemente, usted tenga copia de seguridad de los archivos importantes de su ordenador, porque sabe que el artefacto puede estropearse en cualquier momento. Con toda seguridad, en un quirófano existe un sistema de alumbrado de emergencia, para cubrir la eventualidad de un corte de luz mientras se realiza una operación... Asumamos que, con mayor razón, el ser humano tiene también sus márgenes de error. Y que quien tiene que cubrir esos márgenes no es el trabajador mismo, sino la empresa o, en su caso, la Administración. Quienes dirigen y organizan la actividad son quienes deben encargarse de que haya personal suficiente para que todas las tareas se revisen, que haya sistemas de alarma adecuados para avisar de los posibles errores, que existan medios para detectar de inmediato las equivocaciones graves...
Cuando se vive en un permanente reality show, la reacción en casos como éstos es buscar a la persona que cometió el error y descargar en ella la mala conciencia de una sociedad entera. Sin embargo, probablemente la enfermera en cuestión sea la menos culpable; probablemente, se deslizó en su propio margen de error; y, probablemente, las culpas haya que buscarlas en una mala organización del trabajo, es decir, en una Administración que ha gestionado mal y que debe tomar nota para que el caso del pequeño Rayan no vuelva a suceder. Cuando un error humano de ese calibre pasa inadvertido hasta que se vuelve inevitable, eso quiere decir que los sistemas de alarma no funcionan.
Permítaseme una pregunta más en relación a este suceso. Sé que a muchos les parecerá de mal gusto, pero no puedo evitar formularla: ¿cuándo tenemos que llorar la muerte de un niño? ¿siempre, o sólo cuando nos lo digan o la lloren quienes dirigen la orquesta? Comprendo las lágrimas amargas del padre de la víctima. Y he visto a la Presidenta Aguirre al borde del llanto, compungida y casi descompuesta. He visto cómo España se ha cubierto de luto, y cómo todos los presentadores de informativos y los contertulios cambiaban el gesto para hablar de la muerte del pequeño. Pero no he podido evitar pensar que, el mismo día en que Rayan murió, víctima de un error, otros trecientos niños fueron brutalmente asesinados en nuestro país con el beneplácito de las autoridades y el silencio de la sociedad, merced a nuestra regulación sobre el aborto. Muchos de esos asesinatos se cometieron en centros “médicos” subvencionados por la propia Comunidad de Madrid, que preside Esperanza Aguirre. Y, aunque a algunos les moleste, me cuesta mucho trabajo entender a una sociedad que llora a los niños que se le mueren y calla ante los niños que ella misma mata.
José-Fernando Rey Ballesteros-Sacerdote de la Archidiócesis de Madrid-España.
(Publicado en www.analisisdigital.com el 20 de julio de 2009)
Vivir en una sociedad mediática y globalizada tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Usted puede saber si su hija, que está de vacaciones en Wisconsin, se ha puesto el vestido verde que le regaló, porque sus amigas ya le han subido una foto a Facebook esta misma mañana. Pero, por el mismo motivo, y empleando los mismos medios, cualquier error que usted cometa pueda conocerse en el mundo entero a los dos minutos de haberse perpetrado, y entonces se verá usted con sus miserias al aire ante millones de personas y deseará haber nacido en el Paleolítico, donde eso no era posible.
Pienso en la enfermera que cometió el error causante de la muerte del niño Rayan. Parece que su equivocación está fuera de toda duda. Fue una confusión estúpida, elemental: tomar una bolsa por otra, conectarla a una vía en lugar de a la otra... Se trata del mismo tipo de “patinazo neuronal” que nos lleva una mañana a poner sal en el café o a introducir las llaves del coche en la puerta de casa, pero con consecuencias infinitamente más graves. Es fácil decir que, teniendo entre manos un trabajo tan delicado como es el de una enfermera, se le debe pedir que preste más atención que la que pone en juego al servirse el café por la mañana. Pero, ¿es siempre posible? Un mismo trabajo, realizado día tras día, genera automatismos de manera inevitable, y los automatismos son fuente de innumerables errores. Supongamos que, en lugar de una persona, se tratase de una máquina. Sabemos que las máquinas tienen un margen de error, y por eso solemos cubrir esos márgenes cuando la tarea que desempeñan es trascendente. Probablemente, usted tenga copia de seguridad de los archivos importantes de su ordenador, porque sabe que el artefacto puede estropearse en cualquier momento. Con toda seguridad, en un quirófano existe un sistema de alumbrado de emergencia, para cubrir la eventualidad de un corte de luz mientras se realiza una operación... Asumamos que, con mayor razón, el ser humano tiene también sus márgenes de error. Y que quien tiene que cubrir esos márgenes no es el trabajador mismo, sino la empresa o, en su caso, la Administración. Quienes dirigen y organizan la actividad son quienes deben encargarse de que haya personal suficiente para que todas las tareas se revisen, que haya sistemas de alarma adecuados para avisar de los posibles errores, que existan medios para detectar de inmediato las equivocaciones graves...
Cuando se vive en un permanente reality show, la reacción en casos como éstos es buscar a la persona que cometió el error y descargar en ella la mala conciencia de una sociedad entera. Sin embargo, probablemente la enfermera en cuestión sea la menos culpable; probablemente, se deslizó en su propio margen de error; y, probablemente, las culpas haya que buscarlas en una mala organización del trabajo, es decir, en una Administración que ha gestionado mal y que debe tomar nota para que el caso del pequeño Rayan no vuelva a suceder. Cuando un error humano de ese calibre pasa inadvertido hasta que se vuelve inevitable, eso quiere decir que los sistemas de alarma no funcionan.
Permítaseme una pregunta más en relación a este suceso. Sé que a muchos les parecerá de mal gusto, pero no puedo evitar formularla: ¿cuándo tenemos que llorar la muerte de un niño? ¿siempre, o sólo cuando nos lo digan o la lloren quienes dirigen la orquesta? Comprendo las lágrimas amargas del padre de la víctima. Y he visto a la Presidenta Aguirre al borde del llanto, compungida y casi descompuesta. He visto cómo España se ha cubierto de luto, y cómo todos los presentadores de informativos y los contertulios cambiaban el gesto para hablar de la muerte del pequeño. Pero no he podido evitar pensar que, el mismo día en que Rayan murió, víctima de un error, otros trecientos niños fueron brutalmente asesinados en nuestro país con el beneplácito de las autoridades y el silencio de la sociedad, merced a nuestra regulación sobre el aborto. Muchos de esos asesinatos se cometieron en centros “médicos” subvencionados por la propia Comunidad de Madrid, que preside Esperanza Aguirre. Y, aunque a algunos les moleste, me cuesta mucho trabajo entender a una sociedad que llora a los niños que se le mueren y calla ante los niños que ella misma mata.
José-Fernando Rey Ballesteros-Sacerdote de la Archidiócesis de Madrid-España.
(Publicado en www.analisisdigital.com el 20 de julio de 2009)
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